Wanda, Mauro y La China: tierra de amor y venganza
Edición Impresa | 4 de Enero de 2025 | 04:20

Lo de Wanda, Mauro y La China es una prueba fiel de que la realidad termina superando la ficción. Ni siquiera el guionista más avezado podría escribir los capítulos que lleva este culebrón de varias temporadas y que deja, día a día, a sus protagonistas al borde del abismo.
Ahora, mientras Wanda parecía rearmar su vida en los brazos del muchacho L-Gante, reapareció “el fantasma que viene arruinándome la vida desde hace tres años”, según definió a su archienemiga, Eugenia “La China” Suárez.
¿Qué pasó ahora? La historia, que minuto a minuto suma nuevos enredos, está en esta situación: Wanda Nara, todavía en Punta del Este, dejó a sus hijas al cuidado de su padre, Mauro Icardi, quien les habría dicho a las niñas que su madre las abandonó (pobres criaturas). En su estadía en el país, Icardi se refugió en los brazos de Suárez, con quien pasó Navidad y Año Nuevo, y todo como una familia ensamblada. Pero lo que más “pinchó” a la conductora de “Bake off” fue un movimiento inmobiliario inesperado que hizo su ex marido.
“Él compró la casa de mis sueños, la que habíamos ido a vivir juntos y a la que nos íbamos a ir cuando él se retirara”, tiró Wanda, que ayer compartió fotos y videos de su recorrido por una súper mansión de 5 millones de dólares que Icardi no solo compró sino en la que, además, estaría conviviendo con la China, que se haría cargo de su decoración.
Nara está indignada. No solo está tratando de “morder” parte de esa compra, alegando que sería un bien ganancial, sino que sangra por su herida. Desde la exclusiva costa de Uruguay subió capturas de pantalla de chats con Icardi en las que el futbolista le dice que le va a arruinar la vida, que le va a pegar donde más le duele y en el que la amenaza con ponerse de novio con la China Suárez.
Y, al parecer, esa casa, fue su tendón de Aquiles. Nara, desesperada, se habría separado de L-Gante, y habría intentado volver con Icardi, a quien antes de su último “ataque mediático” (salió al aire de “LAM” el jueves a la noche y disparó para todos lados), le habría propuesto volver. De hecho, lo volvió a seguir en sus redes sociales y hasta desarchivó fotos en las que se mostraban como una familia feliz.
Mientras tanto, La China se burla. Tras la entrevista de Wanda, en la que contó que “está obsesionada” con ella (también aseguró que hace años le encontró mensajes de “alto voltaje” de ella para L-Gante), la actriz compartió una foto desde el baño de la nueva casa de Mauro tirando besitos.
Y ayer, Mauro, subió un carrete de fotos desde “el silencio de mi jardín” en donde alguien, según contó, le hizo “una promesa de amor eterno”. A él se lo ve plácido, disfrutando.
Todo muy enroscado, tanto, como una telenovela que, por qué no, podría tranquilamente ser bautizada como “Wanda, Mauro y La China: Tierra de amor y venganza”.
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