“El último barco”: el regreso a las raíces de Sting
Edición Impresa | 19 de Octubre de 2025 | 05:07

El cantante británico Sting, antaño líder de The Police y ahora al frente de su musical “The Last Ship”, reivindica la dimensión política del arte frente a los dirigentes “cuya idea es separarnos a todos”.
El artista, ganador de 17 premios Grammy y con más de 100 millones de álbumes vendidos, de gira a sus 74 años con su trío, llevará a París este espectáculo musical, en parte biográfica, que él mismo escribió, compuso e interpreta.
El musical, que comenzó como un álbum conceptual publicado en 2013 y lleva varios años de gira por todo el mundo, podrá verse en la sala parisina La Seine Musicale a partir del 18 de febrero.
Inspirado en la infancia de Sting en Wallsend, Reino Unido, y basado en sus propias raíces musicales, “The Last Ship” cuenta la conmovedora historia de una comunidad que enfrenta la desaparición de su astillero, el corazón de su existencia. En un mundo donde el pasado y el futuro colisionan, resuenan temas como la pérdida, el orgullo y la conexión.
“Literalmente crecí a la sombra del patio”, dice Sting . “Soñaba con escapar, y lo logré. Pero luego me di cuenta de que tenía que devolver algo. ‘El último barco’ es mi homenaje a las personas y al lugar que me formaron”, asegura.
Interpretando el papel principal de Jackie White en el escenario, Sting se sumerge en un universo imbuido de amor, esperanza y música, claro. Desde folk puro y coros vibrantes hasta baladas íntimas, la esencia de Sting constituye el corazón palpitante de la producción.
Definido como una auténtica odisea musical, la pieza está cargada de melodías y letras poderosas y conmovedoras, entrelazadas con canciones tan conocidas como “Island of Souls”, “All This Time” y “When We Dance”.
El músico, en el mundo del rock desde los años 1980 con The Police (”Every Breath You Take”) y luego en solitario (”Englishman in New York”), considera este espectáculo como “una declaración política”, según las declaraciones recogidas por la AFP en el marco de la reciente presentación del musical para su próxima temporada en París.
-¿Por qué regresa a sus raíces en este espectáculo?
-Toda mi vida ha consistido en escapar de lo que se me ofrecía. En cierto momento, me di cuenta de que lo que me dio de niño era muy valioso: una comunidad, una familia, un pueblo con un propósito. Mi forma de saldar la deuda con mi comunidad fue contar la historia de una industria [naval] que el gobierno cerró, pero también entretejiendo una historia de amor. También creo que trata muchos problemas universales a los que nos enfrentamos en la sociedad: muchas comunidades están su trabajo, debido a la tecnología, la IA [inteligencia artificial]. Tenemos que resistir a lo que está pasando. El espectáculo es una especie de declaración política.
-¿Se puede resistir con la música, el arte?
-Creo que el arte es una máquina de empatía, donde podemos ver el mundo a través de los ojos de otras personas, ponernos en el lugar de otra persona y ver su punto de vista. Eso es muy valioso, porque hay políticos en el mundo en este momento cuya idea es separarnos a todos, decir que ‘tú perteneces a este club y no puedes entrar aquí’. Esa separación no es útil para la sociedad. Sin duda, no es buena para la paz. Creo que el arte tiene un papel que desempeñar en la lucha contra esa tendencia. Por eso estos políticos quieren deshacerse del arte, la educación, la ciencia y la diplomacia. Todas estas cosas son importantes para mí.
-¿Le preocupa la IA, que está revolucionando la creación musical?
-No tengo miedo, todavía no. Creo que produce una copia interesante, pero no transmite emociones. Pienso que hay una forma de utilizarlo para la investigación médica. Pero para producir realmente arte que queramos ver o escuchar, no estoy seguro. Me preocupa más lo que la IA puede hacer a nivel político, el daño que puede causar en manos equivocadas. Dirigentes que la utilizarán para reforzar la vigilancia de la sociedad. Es una herramienta muy útil para mantener a la gente bajo control. Eso me da más miedo que una invasión artística.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE