El huevo, un súper alimento: versátil, completo y natural

Durante años fue señalado injustamente, pero hoy vuelve a ocupar su lugar en la mesa con orgullo y evidencia científica. Una licenciada en nutrición desmiente mitos y explica por qué es clave para todas las etapas de la vida, sin importar la edad

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¿Genera colesterol? ¿Tiene grasas malas? ¿No hay que comer la yema? ¿Hay qué comer sólo la yema? Los mitos y la incertidumbre nutricional alrededor del huevo se ha ido acrecentando con el paso del tiempo. Pero, hace no mucho, se descubrieron los múltiples beneficios de este “súper alimento”.

Compacto, versátil y económico, el huevo contiene proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas A, D, E y del grupo B, además de minerales como fósforo, hierro y selenio.

La licenciada en Nutrición, Mariela Pacho explicó a EL DIA: “El huevo tiene una de las mejores combinaciones de nutrientes que existen en la naturaleza. Es fuente de colina, antioxidantes y aminoácidos esenciales, por lo que contribuye al desarrollo muscular, cerebral y óseo”.

En tanto, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el mundo se consumen más de 1,3 billones de huevos por año. En Argentina, el consumo promedio alcanza más de 300 huevos por persona al año, lo que ubica al país entre los mayores consumidores de América Latina.

Especialistas sostienen que el consumo del huevo no aumenta el colesterol ldl / Web

MITO DERRIBADO

Durante décadas, la yema fue el villano de la nutrición. Hoy, la evidencia científica es contundente: “El consumo de huevo no aumenta significativamente el colesterol LDL (‘malo’) en personas sanas ni incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares”, señaló Pacho.

El cuerpo produce la mayor parte del colesterol en el hígado, no lo incorpora directamente de los alimentos.

De hecho, el huevo contiene grasas insaturadas y fosfolípidos que ayudan a regular los niveles de colesterol. La verdadera amenaza está en las grasas saturadas y trans presentes en productos ultra procesados, frituras o embutidos.

Asimismo, organismos como la Fundación Española del Corazón y la Asociación Americana del Corazón coinciden en que una persona sana puede consumir un huevo al día (hasta siete por semana) sin riesgo cardiovascular.

“Lejos de ser un enemigo, el huevo es un alimento funcional que combina salud, sabor y economía. Incluirlo regularmente en la dieta es una forma simple y efectiva de mejorar la calidad nutricional diaria”, advirtió la Lic. Mariela Pacho.

Seguridad y cocción

Comprar solo huevos con cáscara limpia y entera.

Conservarlos refrigerados (menor a 4°C).

No lavarlos antes de guardarlos: eso elimina la película protectora natural.

Cocinar hasta que la clara y la yema estén firmes (mínimo 71°C).

En preparaciones crudas (como mayonesas o postres), usar huevos pasteurizados.

Diferencias: de campo, orgánico o convencional

1 Orgánicos: las gallinas viven sin hormonas ni pesticidas, con alimentación certificada y acceso libre al exterior.

2 De campo o camperos: gallinas con acceso al aire libre, aunque su alimentación puede no ser orgánica.

3 Convencionales: producción intensiva, más económica y sin impacto significativo en el valor nutricional del huevo.

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