Confusión y más bronca por los impuestos

El inmobiliario duplica su última cuota. Denuncian subas que también alcanzan a propietarios de más de una vivienda

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Esteban Pérez Fernández

eperezfernandez@eldia.com

Crece la confusión y bronca de los contribuyentes bonaerenses por el cobro de la cuota adicional de los impuestos inmobiliario urbano y rural de ARBA, que se aplica para las partidas de mayor valuación.

Tal como adelantó este diario en su edición de ayer, el malestar se da no solo porque pagan una cuota más sino también porque, según lectores de EL DÍA denunciaron ante este diario, hay propietarios de más de una vivienda que no están alcanzados por esta cuota adicional pero recibieron la quinta cuota del inmobiliario urbano con un aumento del 100 por ciento.

Desde ARBA le explicaron a este diario que ese impuesto es el “complementario” relacionado con la base imponible que surge de la suma de las propiedades de un contribuyente, y es un proporcional de ese resultante lo que se cobra y no una cuota adicional, en la búsqueda de equiparar el alcance del tributo para el que tiene el mismo patrimonio que el alcanzado por los contribuyentes que pagan la cuota adicional, pero lo tiene dividido en distintas propiedades.

La cuota adicional que cobra la Provincia de Buenos Aires a través de ARBA surge del artículo 138 de la ley 15.479, la Ley Fiscal votada en 2024 y prorrogada.

En el caso del urbano, se aplica una sexta cuota cuando la base imponible del inmueble supera los $31.465.000 y en el rural, una quinta cuota cuando la base imponible de tierra libre de mejoras supera los $39.096.756, según estipula la ley fiscal bonaerense de 2024, la última que está vigente.

Lo cierto es que vecinos platenses trajeron a la redacción del diario las boletas con la aclaración de ARBA en donde un cartel advierte que no se trata de un aumento sino de un “adicional”. El mensaje en letras grandes avisa que la misma tiene “un adicional” y más chico se aclara que “esta partida supera los $31.465.000 de base imponible previstos en el artículo 138 de la Ley Impositiva Nº 15.479, prorrogada para 2025”.

En el caso concreto de uno de los lectores que acercó la factura, con vencimiento el 25 de noviembre próximo, se indica que la cuota es de $890.346,20; y que la actualización es de $321.593. El total a pagar de la misma es de más de 2 millones de pesos, cuando en la Cuota 4 había abonado un millón de pesos. Es decir que se duplicó el valor.

Desde el gobierno provincial, la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA) defendió la medida con datos oficiales. Explicó que se trata de un adicional focalizado que alcanza solo a los inmuebles de mayor valuación. En Urbano Edificado, llega al 8,72% de las 5.335.124 partidas, es decir, 465.338 contribuyentes. En el Rural, impacta en el 12,01% del padrón, equivalente a 37.433 partidas sobre un total de 311.635.

ARBA aclaró además que existen topes: en el caso del urbano, el adicional no puede superar el 20% del impuesto anual; en el rural, el límite es del 25%. También confirmó que continúan vigentes las bonificaciones de hasta 10% para quienes pagan en término y están adheridos al débito automático, y las reducciones del pago anual aplicables al adicional. Para productores con exenciones por emergencias o desastres agropecuarios, la cuota se ajustará de manera proporcional.

Vecinos platenses trajeron a la redacción del diario las boletas con la aclaración de ARBA

El organismo recordó que el vencimiento del Urbano Edificado (cuota 5) se reprogramó al 25 de noviembre de 2025 y el del Rural (cuota 4) al 18 de diciembre de 2025. Además, habilitó en su portal la consulta por partida para verificar si corresponde pagar el monto adicional.

El trasfondo político también forma parte de la discusión. La cuota extra surgió en 2024 de una negociación legislativa que incorporó este tramo impositivo para avanzar en una estructura más progresiva, con mayor carga sobre los patrimonios altos. Pero no aparece en el proyecto de Ley Impositiva 2025 que no se sancionó ni en el texto 2026 en debate.

Para CARBAP, sin embargo, el diagnóstico es otro. Sus dirigentes sostienen que el incremento llega en el peor momento de la década, con la Provincia atravesada por inundaciones que comprometen más de cinco millones de hectáreas productivas. Las quejas describen una combinación de costos crecientes, ingresos deprimidos y mayor presión fiscal que erosiona la rentabilidad.

El impuesto recaudará sobre segmentos acotados, pero el clima de irritación se extendió más allá de quienes lo pagan. Para muchos bonaerenses, la cuota adicional se transformó en un símbolo del malestar por la carga tributaria.

Este cargo adicional reavivó tensiones entre propietarios, productores rurales y el gobierno provincial, en un contexto marcado por caída de ingresos, inundaciones y reclamos por previsibilidad tributaria.

 

 

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