Crimen en City Bell: el fiscal pidió la detención del jardinero

Álvaro Garganta considera que existen indicios muy fuertes para sostener que Gustavo Echeveguren participó del ataque mortal contra la psiquiatra Virginia Franco. La jueza Garmendia define ahora la situación procesal

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Homicidio agravado criminis causa. Esa es la calificación del delito enrostrado a Gustavo Javier Echeveguren (38) en relación a la muerte de la psiquiatra Virginia Franco (68) en City Bell. Es decir, para el fiscal Álvaro Garganta, que requirió su detención, Echeveguren mató para ocultar otro delito: el robo de distintas pertenencias en la casona de la calle Cantilo entre 15A y 17.

De acuerdo a calificadas fuentes judiciales, en el requerimiento de detención, que anoche analizaba la jueza garante Marcela Garmendia, el fiscal consideró que el crimen habría ocurrido en la mañana del jueves 13 de noviembre, cerca de las 10.

Para Garganta existen entonces motivos suficientes para sospechar que Echeveguren participó en el hecho en el carácter de autor.

¿Hay una prueba directa y contundente en su contra? El titular de la UFI Nº 11 de La Plata marcó indicios vehementes para acreditar que el jardinero fue atendido por la víctima y, que una vez dentro de la propiedad, lejos de realizar las tareas propias de su especialidad, supuestamente comenzó a sustraer de distintos elementos de valor. Y, al ser descubierto por la mujer, para consumar el desapoderamiento y procurar la impunidad, “la golpeó y apuñaló varias veces hasta darle muerte”.

Como se sabe, el indicio es un hecho o circunstancia que puede, mediante una operación lógica, inferir la existencia de otro. Y, en este caso, Garganta encontró varios. Entre ellos que Echeveguren había desmantelado su casa, que estaba oculto en una villa en Quilmes y que tenía un pasaje para viajar a Tucumán, donde cuenta con muchos familiares, que podrían darle cobertura.

Es decir, en el razonamiento del investigador, el sospechoso pretendía profugarse y entorpecer la labor judicial.

Garganta también ponderó el relato del parquero de Franco de toda la vida, que por una cuestión de edad dejó de prestar tareas y le pasó la clientela a Echeveguren y a otra persona, a la que identificó con nombre y apellido.

Precisamente, los voceros mencionaron que el compañero del acusado declaró en la causa y contó que la psiquiatra y Echeveguren habían mantenido un supuesto altercado por dinero.

Es decir, con testigos que lo pusieron en la escena dentro del rango horario en que -se supone- ocurrió el asesinato, un aparente móvil -la discusión- y, el robo como hilo conductor a la muerte traumática, el fiscal entendió que se infiere su participación en el ataque.

Recordemos que además estaba filmado yendo en dirección a la finca de Franco con una escalera y una mochila delgada, a las 9.01 del 13 de noviembre, y desandando el camino recorrido, ya con una bicicleta que habría tomado de la propiedad, la escalera y la mochila, que mostraba otro volumen, como que habría guardado en ella distintos objetos, a las 09.55.

Los informantes expresaron que Garganta entendió la existencia de responsabilidad penal y proporcionalidad entre la medida peticionada y el objeto de tutela.

En ese contexto, con la acreditación del peligro de fuga, más todos los otros elementos mencionados, es que solicitó su detención.

De confirmarse, ya a primera hora de la mañana de hoy debería entonces tomarle declaración indagatoria.

A Franco la golpearon y le cortaron el cuello. Murió desangrada.

La duda es si el autor del asesinato actuó solo. Al menos del requerimiento de detención, no surgiría la presencia de un tercero.

En principio, si se da por válida la teoría fiscal, estamos en presencia de un hombre más fuerte que la víctima, que incluso lo doblaba en edad y atravesaba un cuadro de salud complejo, que la debilitaba aún más.

Es decir, para cometer la agresión tal cual se dio y se certificó por los forenses, en principio no se requeriría de un apoyo externo.

El episodio, por sus características, mantiene en vilo a toda la sociedad platense, que se ha volcado a las redes sociales para expresar su horror y hacer visibles los reclamos de justicia.

 

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