El equilibrio presidencial con su nuevo equipo para evitar más internas
Edición Impresa | 4 de Noviembre de 2025 | 02:52
          El presidente Javier Milei está re-ordenando su gabinete, obligado por las circunstancias. Se supone que es un gesto aperturista para encarar la segunda etapa de su gestión, en la que deberían destacarse reformas profundas (laboral, impositiva, penal, etc) para las que se requerirán consensos. Pero, ¿realmente han cambiado algo el par de nombres conocidos? ¿Manuel Adorni en Jefatura de Gabinete y Diego Santilli en Interior suponen un gran giro respecto a lo que había? Veamos.
De acuerdo a la información que circula en el gobierno, Adorni no tendrá un rol político fuerte como el que tenía el renunciado Guillermo Francos. Será, más que nada, un coordinador inter-ministerial, el encargado de dinamizar, y llegado el caso enlazar, las tareas entre las diversas carteras. Que, en rigor, casi que venían funcionando como islotes autónomos, sólo con la figura del propio Milei como argamasa. Y en ciertos casos, no en todos. Tal vez una falencia de Francos, muy dedicado a “atajar penales” casi a diario.
El diálogo con las provincias y los legisladores, lo avisó el propio Presidente, lo tendrá Santilli. Un viejo zorro de la política tradicional, de buena relación con peronistas (de allí proviene, del PJ porteño), macristas (por ahí pasó durante 20 años, aunque ya casi es un violeta total) y radicales (relaciones éstas afianzadas por sus períodos en el Congreso y su amistad con dirigentes de ese partido en la capital federal). El Colorado será, digamos, el tradicional ministro político.
“Como le pasaba a Francos, (Santilli) deberá prometer algo que él no puede ejecutar”
Pero, como le pasaba a Francos, deberá prometer a sus interlocutores algo que él no puede ejecutar. Por ejemplo, envío de dinero a los distritos sub-nacionales. Es que eso lo ordena el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo. Es el que firma los cheques.
Esa situación de prometer ayuda desde la oficina política y que luego aquello no se cumpla, que fue una de las cosas que alejó a Milei de los mandatarios más dialoguistas, ¿cambiará con el arribo de Santilli? ¿O es una filosofía que en esta ”nueva” etapa el Presidente no piensa cambiar, aquella de sentarse sobre los fondos nacionales en pos de la obsesión por el superarvit? Que, se aclara, no es lo mismo que equilibro fiscal.
QUE PASARÁ CON CAPUTO CHICO
El asesor top Santiago Caputo finalmente no fue al ministerio del Interior, como se había comentado durante varios días. Igual quedó con poder e influencia, manejando vía delegados lugares claves como Justicia, Salud, ARCA (exAfip), la secretaria de Inteligencia y demás organismos. En su eterna pelea con Karina Milei y los suyos (léase el clan Menem y ahora Adorni y, si se quiere, Santilli), ¿domará Caputo su pulsión voraz de avanzar sobre cada casillero posible o repetirá el ejercicio de esmerilamiento que aplicó a Francos -quien nunca fue respaldado por el Presidente- pero esta vez sobre “El Colorado”?
Santilli llega con cierto handicap por ser el gran ganador de la remontada electoral de octubre en la provincia de Buenos Aires, a pesar del escándalo de Espert.
Algo es verdad: Santilli no es Francos. Aún cuando el renunciante jefe de Gabinete tiene más edad y conoce a Milei desde antes, el primero probablemente tenga más armas para afrontar eventuales embestidas caputistas porque tiene mucha calle en estos menesteres. “Fuma abajo del agua”, define un observador imparcial que lo conoce hace años. Además, un dato no menor: se lleva bastante bien con el joven asesor Caputo, quien destacó en las redes su nombramiento. No hizo lo mismo con el hiper-karinista Adorni. Detalles.
Lo dicho: el nombramiento del vocero en lugar de Francos empodera a Karina, con quien el Presidente mantiene casi una dependencia emocional. Adorni será, digamos, el de la firma más importante por el lugar que ocupa. Pero Milei actuó en el movidismo fin de semana casi como un árbitro: buscó preservar equilibrios en el mentado “triángulo de hierro”, ratificando al asesor estrella como su principal consejero político y estratega. Aquel por el que siente una real admiración intelectual, dicen las fuentes bien informadas de Balcarce 50.
De hecho, Caputo participó en la primera reunión del nuevo gabinete y hasta posó para la foto, ayer en la Rosada, a pesar de que, como se dijo, sigue sin integrar formalmente el equipo ministerial.
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