Emotiva misa de Nochebuena en La Plata: el arzobispo Carrara recordó al Papa Francisco
| 25 de Diciembre de 2025 | 09:12
En la celebración de la Misa de Nochebuena, el arzobispo Gustavo Carrara invitó a los fieles que participaron de la celebración en la Catedral, a contemplar el misterio del nacimiento de Jesús como una buena noticia que renueva la esperanza de todo el pueblo. “Esta es la única noche del año que tiene nombre propio y recibe este nombre por la buena noticia del nacimiento de Jesús”, expresó al inicio de su homilía.
Al recorrer el contexto histórico del primer pesebre, nuestro pastor destacó que Jesús nace en medio de la precariedad y la exclusión. “En la primera Nochebuena de la historia, Dios elige para nacer el lugar de los últimos, de los que no cuentan, para que nadie, por ser pobre o por estar roto en la vida, se avergüence de acercarse a Él”, afirmó, subrayando que el nacimiento de Cristo “es un gesto de cercanía y liberación”.
El arzobispo remarcó que la Navidad no es una alegría reservada a unos pocos, sino un don universal. “No es una alegría chiquita para unos pocos, es alegría para todo el pueblo”, señaló, recordando el anuncio del ángel a los pastores y la promesa del profeta Isaías sobre la luz que brilla en medio de las tinieblas.
En ese marco, destacó el sentido profundo del nombre de Jesús y su misión salvadora: “Jesús quiere decir ‘Dios salva’”, explicó, y citó al apóstol Pablo al afirmar que Cristo “se entregó por nosotros a fin de librarnos de toda iniquidad y crear para sí un pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien”.
Al reflexionar sobre el pesebre, Carrara retomó palabras del Papa Francisco y recordó que esta representación “manifiesta la ternura de Dios”, porque el Creador “se abaja a nuestra pequeñez” y se hace cercano como un hermano y un amigo fiel. Asimismo, destacó el gesto de san Francisco de Asís, quien impulsó la primera representación del nacimiento de Jesús para ayudar a contemplar el misterio de la encarnación.
Finalmente, el arzobispo llamó a dejarse transformar por la ternura del Niño Jesús frente a las realidades de injusticia y exclusión. “El pecado del mundo es inmenso, pero no es infinito; en cambio, el amor misericordioso del Redentor sí es infinito”, aseguró, invitando a compartir el pan y a construir fraternidad. “Hoy es Nochebuena y porque nace Jesús, renace la alegría, nace el amor y donde hay amor hay lugar para la esperanza”, concluyó.
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