“Nueve Auras”: reconstruyendo a Fabián Bielinski, ese relámpago en la botella
Edición Impresa | 3 de Diciembre de 2025 | 04:27
Por PEDRO GARAY
En la puerta del Hilton de Puerto Madero se encuentran Ricardo Darín, Gastón Pauls y Leticia Brédice. Los sigue un equipo de filmación: el encuentro tiene como objetivo hablar de “Nueve Reinas” y de Fabián Bielinski, su director.
Pero en el documental para el que brindan su testimonio, “Nueve Auras”, estrenado la semana pasada en HBO Max, hay una ausencia notable: Bielinski no está. Murió en 2006, tras pasar casi toda su vida profesional como codiciado asistente de dirección, hasta que finalmente decidió pedirle plata a sus padres para sentarse a escribir su primera película. El resto es historia del cine nacional.
Historia que el documental, dirigido por Mariano Frigerio, repasa con los testimonios de Darín, Pauls y Brédice en el lugar de los hechos, el hotel, el microcentro, los rincones de aquella Buenos Aires vertiginosa que supo captar la lente de Bielinski hace 25 años. Frigerio tiene experiencia en el asunto: junto a Denise Urfeig dirigió “Leyenda feroz”, sobre “Tango feroz”, y “Carroceros”, sobre “Esperando la carroza”, una especie de trilogía de las grandes películas populares de Argentina en el fin de siglo pasado.
Del documental, que también repasa los entretelones de la segunda película de Bielinski, “El aura”, participan además Dolores Fonzi, Alejandro Awada y Tomás Fonzi. Pero las anécdotas más jugosas las aporta la familia, los amigos, el resto del equipo técnico, que ayuda a llenar esa ausencia que flota en todo el documental: a través de sus testimonios se reconstruye a Bielinski, que con apenas dos películas es, indiscutiblemente, uno de los grandes directores de la rica historia del cine nacional.
Bielinski, que de joven fingía ser sordo para colarse en las películas prohibidas para menores: cuando el boletero se enfrentaba al desafío de hacerse entender por ese chico supuestamente sordo, lo terminaba dejando pasar.
Bielinski, el enamorado de las estafas, los criminales, la fauna urbana, que acumulaba libros sobre el tema mientras en su cabeza se tejía, 10 años antes de su estreno, quizás 20, “Nueve Reinas”.
Bielinski, el que, quizás para entender aquella mente criminal, comenzó a estudiar Psicología antes de anotarse en la Enerc, la Escuela de Cine del INCAA. Iba a seguir las dos carreras en paralelo. Pero claro, ganó el cine.
Bielinski, el que “mientras todos jugaban a la pelota, miraba dos películas por día”. Gracias a su amor profundo por el cine y a sus años como asistente de dirección, sabía con precisión exactamente qué quería. Pero, y aquí uno de los grandes logros de su corta carrera, consiguió amalgamar esa precisión suiza con una entrega a la incertidumbre, clave para filmar en Argentina, en pleno microcentro porteño, por asalto, siempre barajando recursos limitados, siempre necesitando un poquito de talento para resolver, de atar con alambre. La película, finalmente, respiraría esa vitalidad, esa energía: la electricidad de un rodaje tan vertiginoso como sus protagonistas.
Lo que vino después del estreno fue la ratificación de lo que sabían todos los que rodeaban a Bielinski: había nacido, o se había criado, para hacer cine, para filmar películas.
Para el cineasta, sin embargo, fue un tanto abrumador: la familia recuerda el sonido constante del teléfono, y a Bielinski refugiado en una habitación, sobrepasado por el fenómeno en que se había convertido “Nueve Reinas”. Quizás por eso, o quizás por su meticulosidad, su próxima, esperadísima película, sobre la que pesaron expectativas imposibles, tardó cinco años en llegar.
“El aura”, un thriller frío, una atmósfera tanto como una película, que hace honor con sus climas a su título, se estrenó en 2005. Los críticos la celebraron, el público fue a verla, pero no recibió el cariño, el amor popular, que sí había recibido “Nueve Reinas”. Se empezaba a clausurar una pequeña era donde el cine nacional volvía a ser popular y taquillero: había comenzado con “Nueve Reinas”, llevado millones de espectadores con otras películas que apostaban al cine de género “desde acá”, pero para muchos “El aura” confirmó esa especie de cisma entre el gran público y el cine de autor en Argentina. Aquellos que no miraban cine nacional, empezaron a mirar, otra vez, cada vez menos cine nacional. Y apenas un año más tarde, Bielinski decía adiós. Dos películas, un legado infinito.
Dónde: HBO Max
Cuándo: Ya disponible
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