“Anora” tiene hinchada: los trabajadores sexuales bancan a la candidata al Oscar

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Hace pocos días publicamos que al mundo de la arquitectura no le gustó “The Brutalist”. Bueno, lo opuesto ocurre con “Anora”: al mundo del trabajo sexual, en el que transcurre la película, sí le pareció bien el retrato de su universo realizado por Sean Baker, uno de los favoritos a ganar el Oscar.

“Sean entiende el trabajo sexual”, dijo la actriz porno y directora Casey Calvert. “Sean es el único cineasta que tiene la capacidad de hacerlo bien. También es el único que se preocupa por hacerlo bien”, añade su director de fotografía, Eli Cross, veterano del cine para adultos.

De hecho, Baker es una especie de veterano en el asunto: allí donde Calvert y Cross se preparaban para rodar su próxima escena, el Valle de San Fernando, es considerado la capital de la industria del porno estadounidense, y allí rodó el cineasta “Starlet”, una película de micropresupuesto sobre una joven actriz adulta que entabla una improbable amistad con una anciana viuda.

El cándido retrato de Baker de una industria acostumbrada a ser difamada y sensacionalizada por Hollywood le granjeó la amistad de trabajadores del porno como Calvert, que más tarde fue su consultora en “Red Rocket” (2021).

La industria, desde ya, hincha por él: “Sería como si esta industria que me encanta fuera reconocida en un escenario en el que nunca antes lo ha sido”, dice Calvert, que valora detalles que solo Baker filma, como los moretones que la protagonista tiene en las piernas al bailar en la barra.

La autenticidad no es algo que este sector espere de Hollywood. La muy conocida “Mujer bonita”, de Julia Roberts y Richard Gere, fue por ejemplo un cuento de hadas comestible sobre una prostituta y su adinerado salvador. “Anora” es, de alguna forma, su reverso.

“El sector del trabajo sexual en su conjunto se muestra muy escéptico ante cualquier película que tenga que ver con el trabajo sexual”, dice Calvert. “Hollywood, históricamente hablando, ha hecho muchas películas sobre prostitución y damas de compañía que no son especialmente positivas”. Baker declaró que había evitado clichés como “prostituta con un corazón de oro”.

Para Calvert, las películas de Baker destacan porque no tratan realmente sobre el trabajo sexual, sino sobre las luchas, las emociones y la humanidad de las personas que se ganan la vida con el trabajo sexual.

“No se trata del tabú del sexo. Se trata simplemente de una comunidad marginada de personas que él encuentra realmente interesante y quiere explorar”, comenta.

 

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