Casi sin mosquitos: a no relajarse porque vuelven

Según los especialistas, el insecto está pero en menores cantidades. Se espera mayor presencia a fin de mes, en marzo y abril

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El verano lleva más de dos meses en el hemisferio sur y, en la Región, se percibe: las altas temperaturas (las más extremas alcanzaron los 40°C de sensación térmica) estuvieron acompañadas de lluvias prominentes, copiosas, agresivas. Pero, lo que no llegó, o arribó en menor medida en comparación con el año pasado, fueron los mosquitos.

El 2024 fue un período traumático en materia sanitaria, donde el exorbitante número de casos de dengue significó emergencia en el país. Ante ello, con la llegada de la etapa del año de más calor y lluvias continuas, la aparición de mosquitos era casi un hecho. Pero, ¿qué está pasando en la Ciudad?

El doctor Juan José García, investigador principal de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC PBA) y del Centro de Estudios Parasitólogos y de Vectores (CEPAVE), expresó en diálogo con EL DIA que “los mosquitos están”, pero que la cantidad es “distinta a otras oportunidades”.

“Actualmente está el mosquito del dengue Aedes aegypti; el de las inundaciones -producto de la lluvia de hace 15 días-, Aedes Albafasciatus; y el de zanjas y recipientes artificiales, el mosquito nocturno Culex pipien”, aclaró el especialista y agregó: “Están presentes los tres, pero no en número que la gente pueda notarlos fácilmente”.

Una de las claves para entender la escasa cantidad de insectos es la cuestión climática: “Las cantidades de agua que están cayendo son adecuadas para la aparición, pero las temperaturas son excesivas. Los mosquitos prefieren las altas temperaturas, pero no tan extremas”, explicó García.

No obstante, no lo considera motivo suficiente: “Las condiciones para que tengamos mosquitos están pero existen cuestiones de la naturaleza cuyas reglas no logramos entender”, sentenció.

No hay que tirar los repelentes

A principios del 2024, con el récord histórico de casos de la enfermedad cuyo vector es el Aedes aegypti, se desencadenó una preocupante escasez, un aumento desaforado del precio y una sobre demanda de repelentes.

“Los mosquitos prefieren las altas temperaturas, pero no tan extremas”, analizó un experto

Ante ello, los vecinos de la Ciudad -y de todo el país- compraron el producto durante la primera etapa del año como una medida de prevención, escapándole a la urgencia y provocando un ‘stockeo’ masivo. Al correr los meses, con la campaña de vacunación en funcionamiento y la difusión constante de medidas de prevención, los casos de dengue descendieron, y la compra de repelentes, también. Eso, provocó una estabilidad en el precio del producto.

Con el inicio del 2025, los vecinos ya habían comprado repelentes durante el año o, ante la escasez del insecto, prefirieron esperar, provocando una sobre oferta del producto

En este escenario, García vaticinó que “los problemas más serios con el dengue” ocurren a finales de febrero, en marzo y la primera quincena de abril, y sentenció: “El repelente puede servir dos años hasta el vencimiento. No los tiren”.

 

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