El abdominal, ¿hasta las rodillas o cortos y controlados?
Edición Impresa | 20 de Abril de 2025 | 05:12

Durante décadas, los abdominales clásicos —aquellos en los que el torso se eleva completamente hasta alcanzar las rodillas— dominaron las rutinas de entrenamiento como símbolo incuestionable del esfuerzo y la disciplina. Sin embargo, en los últimos años, entrenadores personales, profesores de Educación Física y expertos en calistenia comenzaron a cuestionar su eficacia y, sobre todo, su seguridad. “Elevar todo el tronco puede comprometer la zona lumbar si no hay una técnica impecable”, advierten, y señalan que muchas personas, en el afán de llegar más arriba, terminan compensando con la fuerza del cuello o haciendo palanca con los brazos, lo que reduce el trabajo del abdomen y aumenta el riesgo de lesiones.
Frente a esta mirada crítica, el enfoque actual privilegia los movimientos cortos, controlados y conscientes. Las subidas parciales, en las que el omóplato apenas se despega del suelo y el esfuerzo se concentra en la contracción del core, ganaron terreno como alternativa más segura y eficaz. “Lo que importa no es la cantidad de recorrido sino la calidad de la contracción”, coinciden los entrenadores. Además, sostienen que ese tipo de ejercicios permite un mayor control respiratorio, reduce la tensión en la espalda y puede ser sostenido por más tiempo sin generar molestias, lo que lo vuelve ideal tanto para personas mayores como para quienes están comenzando.
Lejos de la imagen épica del abdominal hollywoodense, la práctica actual promueve una relación más funcional y realista con este tipo de ejercicios. Ya no se trata de subir hasta el límite con la cara desencajada, sino de trabajar desde la conciencia corporal y la estabilidad del centro. “Menos es más, sobre todo cuando el objetivo es fortalecer sin dañar”, aseguran los expertos en musculación.
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