Villarruel, Kicillof y Jorge Macri coincidirán en una misa por el Papa

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La misa que el Arzobispado de la ciudad de Buenos Aires realizará hoy en la Catedral por el fallecimiento del Papa Francisco unirá a la vicepresidenta Victoria Villarruel; al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.

El encuentro, convocado por el Arzobispado, hará coincidir en ese templo desde las 10 a tres referentes de distintas fuerzas políticas que no suelen cultivar el diálogo, por lo que la circunstancia cobra especial relevancia.

Villarruel, alejada de la toma de decisiones de La Libertad Avanza (LLA): Kicillof, enfrascado en una interna del peronismo en la provincia, y Jorge Macri, que afrontará el 18 de mayo su primer test electoral en el distrito, se verán las caras en una misa en homenaje a la figura del Papa, fallecido el pasado lunes en el Vaticano a los 88 años.

La ceremonia religiosa estará conducida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, quien fue cercano a Jorge Bergoglio.

Posteriormente se realizará una caravana alrededor de la Plaza de Mayo para la que se espera la participación de miles de fieles.

Por ese motivo, para garantizar la seguridad y el orden en el espacio público, el Gobierno porteño dispuso que desde las 6 de mañana de hoy hasta las 6 de mañana haya un cierre total del perímetro comprendido entre las avenidas Corrientes, Leandro N. Alem, Belgrano y Carlos Pellegrini.

También habrá cortes momentáneos y sucesivos mientras avanza la caravana.

En tanto, el féretro que contiene los restos del papa Francisco fue cerrado ayer en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, luego de que unos 250 mil fieles le brindaran el último adiós de cara a los preparativos para el funeral oficial de mañana.

Según indicó la Oficina de Prensa del Vaticano, “el Rito de Clausura del Féretro del Romano Pontífice se inició a las 20 (hora de Italia), en el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro”.

Esa ceremonia que fue presidida por el camarlengo Kevin Farrell, quien dio lectura al Rogito, que fue depositada en el ataúd al final de la celebración.

El cuerpo del Sumo Pontífice yacía una casulla roja, una mitra blanca, un rosario entre sus manos, un anillo de plata y un palio con cruces bordadas de negro y fue tapado con un velo blanco para luego ser bendecido por uno de los cardenales.

El camarlengo Kevin Farrell selló el ataúd con una cruz, el escudo del Vaticano y una placa con el nombre, la duración de su vida terrena y la de ministerio petrino.

 

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