¿Fiebre o sanción disciplinaria?: la ausencia de Marcos Rojo desató más polémica en Boca

La eliminación de la Copa de la Liga Profesional ante Independiente implicó un nuevo cimbronazo para Boca en un semestre de larga cavilación por quedarse afuera también de la Copa Libertadores en el mes de febrero. Las caídas, una detrás de otra y en la mítica Bombonera, expuso la crisis deportiva del club ante su gente. El clima en el Xeneize está caliente y todas las miradas apuntan a la comisión directiva y en especial a su presidente, Juan Román Riquelme. 

Luego de la derrota por 1 a 0 ante el Rojo, el lunes, en medio del contexto de tensión, se abrió en el club ribereño otro frente conflictivo que tiene como protagonista a Marcos Rojo. Como es sabido, su capitán no formó parte del equipo que perdió en la definición. Si bien en un principio el central se ausentó de la práctica matutina del sábado, aduciendo complicaciones de salud, en concreto un cuadro de fiebre, ahora comenzó a trascender otra versión que echa todavía más leña al fuego. 

El dato que se desprende desde el mundo Boca es que Marcos Rojo no fue tenido en cuenta por el DT interino, Mariano Herrón, a raíz de una medida de orden disciplinario. Para el protocolo de Boca, Rojo debió asistir el sábado en el predio del club y hacerse revisar por los médicos, pero eso nunca concurrió. Por el contrario, sólo presentó un certificado médico. En torno a ello, trascendió que el marcador habría realizado una salida nocturna el viernes por la noche, y que al día siguiente no habría estado en condiciones de presentarse a la práctica en el predio de Ezeiza. 

Es más, según matutinos porteños, el capitán del equipo dio el presente en el festejo del cumpleaños de Darío Benedetto y que ese desliz habría sido el motivo por el que no asistió a entrenarse a la par de sus compañeros. 

La situación habría disgustado a Mariano Herrón, hombre de Riquelme, quien lo habría bancado en la decisión de aplicarle un correctivo. De ser así, la relación de Rojo con el presidente de Boca estaría atravesando por un momento crítico.  

Por el momento, el futuro del defensor platense en el Xeneize es un misterio, ya que su contrato vence en diciembre de 2025 y todavía no hay nada hablado.

En la faceta futbolística, viene de una seguidilla de buen rendimiento. Pero en la tribuna los hinchas todavía le pasan factura por las expulsiones en las semifinales de la Copa Libertadores 2023 ante Palmeiras y en algunos clásicos con River, además de no encabezar la tanda de penales -algo que es habitual en él- contra Estudiantes en una definición del año pasado que terminó con festejo albirrojo y posterior coronación.

Días atrás, en una entrevista a ESPN, Rojo habló de su situación contractual. "Tengo hasta diciembre. Mi familia no se quiere ir a ningún lado, pero no charlé con el club. Tengo una buena relación con Román, pero no sé cuáles son sus planes. Vivo el día a día. Llegado el momento, si es para irse o para quedarse, no va a haber muchas vueltas", sentenció. 

Por otro lado, en La Plata, el hermano del jugador, Franco Rojo, DT de Las Malvinas, club de la Liga Amateur Platense, expresó su deseo de que retorne a Estudiantes. "Él salió de ahí. Si quiere y si se puede, volverá. Yo como hincha de Estudiantes, ojalá suceda. Al equipo le vendría bien. Muchos amigos me dicen que vuelva, pero eso queda en él", tiró. 

El caso sorprendió a todos en Boca que por estos días está en llamas y a la espera de un nuevo entrenador para reemplazar a Fernando Gago. Con muchos aspectos por resolver por parte del Club, con la cuestión de Rojo se abrió otro frente de escándalo en medio de los cuestionamientos a la gestión de Riquelme.