Megafraude fiscal en La Plata: el mecanismo delictivo y la ruta del dinero
| 1 de Junio de 2025 | 15:35

La investigación por el escándalo de facturas truchas por más de 40.000 millones de pesos apenas comienza a desarrollarse, pero las consecuencias legales podrían extenderse a múltiples actores involucrados, por el entramado entre sindicatos, empresas y personas físicas vinculadas a un entramado de empresas “fantasma” y actividades financieras ilícitas.
Esto sucede luego de que la Justicia Federal de La Plata desarticule un complejo esquema de evasión impositiva que habría permitido el lavado de activos por cifras multimillonarias que tiene como principal involucrada a la contadora platense Natalia Foresio, quien está detenida por liderar presuntamente un sofisticado esquema que operaría desde 2020, y a su esposo Luis Mauricio Cortazzo, procesado pero que recuperó la libertad bajo condiciones estrictas.
En las últimas horas fuentes oficiales indicaron que la causa ya tiene procesamientos firmes para Foresio y Cortazzo, y se suman a ellos Claudia Mariela Soria y Hugo Fernando Gatti. La Justicia dictó embargos millonarios, solicitó informes patrimoniales y pidió a la ex Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) la inactivación de los CUITs de los investigados. Foresio sigue detenida, mientras los otros imputados fueron excarcelados bajo condiciones de comparecencia y prohibición de salir del país.
Según la investigación que lleva adelante el Juzgado Federal N°3, a cargo del juez Ernesto Kreplak, los cuatro son señalados como los principales organizadores y beneficiarios de esta red que operaba aparentemente a través de empresas pantalla y cooperativas ficticias. La operación, según reconstruyó la Justicia, giraba en torno a un sistema de empresas apócrifas o “usinas” creadas para emitir facturas falsas que simulaban compras o servicios inexistentes. Estas firmas estaban mayormente registradas en domicilios particulares, incluso en el estudio contable de Foresio. El esquema funcionaba como una cadena: las empresas A (las “usinas”) emitían facturas hacia las empresas B, que luego facturaban a las empresas C, simulando operaciones legales pero ficticias. En cada paso de esta cadena, se usaban créditos fiscales falsos, lo que generaba un equilibrio contable que dificultaba que los sistemas automáticos de la ARCA detectaran irregularidades.
Lo cierto es que según reveló la pesquisa, Foresio no sólo habría armado la estructura jurídica y contable de las usinas, sino que también gestionaba sus claves fiscales, cuentas bancarias y operaciones diarias.
El juez Kreplak sostiene que Foresio y Cortazzo utilizaron cuentas de al menos seis firmas pantalla para realizar operaciones de intermediación financiera sin autorización del Banco Central.
Entre las firmas reales que participaron en el entramado, algunas están vinculadas a la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) en distintas ciudades como Mar del Plata, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como al Sindicato de Salud Pública bonaerense. También están involucrados comercios de La Plata.
Posibles vínculos políticos
En el mismo barro de la corrupción estructural podrían aparecer vínculos entre funcionarios y empresarios. “No descartamos que esto tenga ramificaciones políticas”, advirtieron desde la Fiscalía que no descarta la incorporación de nuevos imputados y más empresas involucradas. Los movimientos económicos en el expediente exhiben constantes transferencias entre sociedades con domicilios fiscales en propiedades vinculadas a los imputados, lo que sugiere un entramado para dificultar el seguimiento financiero.
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