Juan José Caligiuri

A los 72 años falleció Juan José Caligiuri, lo que generó un hondo pesar para su familia y allegados.

Pasó su infancia en Junín, localidad en la que nació en un hogar de hijos de inmigrantes italianos.

Sus padres fueron Juan Caligiuri, carnicero de profesión, y Elsa Cirulli, que era ama de casa.

Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio de los Hermanos Maristas de Junín.

A principios de la década de los 70, se radicó en La Plata, para anotarse en la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata, carrera que terminó de cursar pero debió dejar por un herpes que le hizo perder la visión de su ojo derecho.

Para superar dicha adversidad se refugió en su ciudad natal al cobijo de sus seres queridos y tras superar el trance regresó a La Plata, donde residió hasta su último día.

Desempeñó diferentes tareas, hasta su ingreso en la Delegación local del PAMI, donde tuvo un cargo jerárquico y, luego de varios años, decidió incursionar en la actividad privada, emprendimiento que afrontó junto a cuatro amigos.

En 1982 inauguró, en Tolosa, un establecimiento de salud mental, la Clínica Privada de Psiquiatría San Juan. Con los años aumentó la actividad participando de otros establecimientos.

Desde 1998 hasta la fecha de su muerte, fue Presidente de la Asociación Bonaerense de Establecimientos para la Atención de la Salud Mental, entidad de primer grado que representa a un número importante de Clínicas Psiquiátricas radicadas en el territorio bonaerense, cuya principal actividad es la gestión de prestaciones en salud mental para los afiliados del IOMA.

Sus allegados lo recuerdan como un emprendedor nato, recto y esforzado. Fue un apasionado turfman, amante del pura sangre, que lo indujo a tener, en sociedad, un haras en 25 de Mayo.

En el andar de la vida fue generoso, solidario, carismático, destacándose las dotes de un seductor empedernido. Fue simpatizante de San Lorenzo de Almagro, equipo al que siguió fervientemente, siendo el futbol su deporte favorito.

En el año 1995, su vida resplandeció con la llegada de su hija María Camila, para y por quien se desvivía.