Basado en una historia real: los crímenes que conmocionaron al país se vuelven serie
Edición Impresa | 17 de Junio de 2025 | 03:25

El crimen no paga, salvo que seas una productora de series y películas: porque en el cine y la televisión, las actividades criminales causan furor y generan muy buenos dividendos para los que convierten los escabrosos crímenes de la vida real en un show.
De esa tendencia se han dado cuenta, hace rato, las plataformas, y ahora, parece, las productoras locales, que anuncian uno detrás de otro proyectos del género llamado “true crime”, documentales o ficciones basados en crímenes reales: el jueves, de hecho, se estrena una serie documental sobre el caso Dalmasso.
Hay un morbo, claro, en esa realidad que revivimos en la pantalla. Hace tiempo lo supo “Mujeres argentinas”, precursora de la tendencia en Argentina. “El crimen en pantalla tiene el potencial de saciar nuestras pulsiones instintivas. Observar sexo y violencia en una serie de crimen puede ser catártico para algunos”, explica esa sensación el psicólogo Arthur Cassidy en una entrevista a un medio inglés.
“El crimen fascina porque la mayoría de nosotros tiene que vivir según las reglas. Y la idea de hacer lo contrario nos genera adrenalina. La ficción ofrece la chance de imaginarnos como criminales, y el género del crimen verdadero va un paso más allá y nos muestra exactamente qué se siente ser un asesino, sin el almohadón mental de que sólo es una historia”, amplía el psicoterapeuta Phillip Hodson, como si de una especie de “deporte extremo” se tratara.
De acuerdo con él estuvo Adam Beforado, profesor de Derecho, que sostuvo que “el género siempre cautivó a la audiencia porque “captura a los individuos en su pero momento: el día que mataron, el día que perdieron una madre, el día que fueron sentenciados a perpetua por algo que no hicieron. Es difícil no quedar atrapados”.
“El encanto se intensifica por el hecho de que nuestros sistemas legales no ofrecen certeza total”, agrega.
Pero además de las cuestiones psicológicas, en esta nueva era de la televisión saturada de ofertas y de una audiencia acostumbrada a interactuar con las pantallas, el crimen verdadero ofrece la posibilidad de jugar al detective y por lo tanto “engancha” doblemente al espectador: con su historia atrapante, y con la búsqueda por resolver el misterio.
NORITA EN LA PANTALLA
Desde el jueves, los espectadores argentinos jugarán a detectives con el caso Nora Dalmasso. Otra vez. Se debatirá una vez más en las mesas familiares qué pasó con Norita, uno de los casos que conmovió profundamente a la sociedad. Y que nunca se resolvió.
En noviembre de 2006, Nora Dalmasso no solo fue víctima de un crimen brutal al ser asesinada en su casa, sino también del juicio despiadado de la opinión pública, que la condenó sin pruebas. “Las mil muertes de Nora Dalmasso” es el nombre de la serie documental que Netflix estrena el jueves: filmada en Argentina, cuenta con tres episodios que narran el caso desde una perspectiva íntima y reveladora, a partir de los testimonios de su familia, en la voz de sus hijos Facundo y Valentina Macarrón y de su viudo Marcelo Macarrón, como nunca antes lo hicieron, pero también desde la visión de sus amigos, periodistas especializados y figuras del ámbito judicial y policial.
“El asesinato de Nora Dalmasso es uno de los crímenes más infames de Argentina, un femicidio transformado en una telenovela y alimentado por la intriga sexual, corrupción y conspiración. Por casualidad, tengo una conexión personal por haber vivido en Río Cuarto, Córdoba, y casi 20 años después de su muerte quise buscar la humanidad detrás de los titulares, mostrar quién era realmente Nora Dalmasso y cómo sobrevivieron sus allegados a este calvario de décadas”, dice Jamie Crawford, el británico director del asunto.
LO QUE VIENE
Pero hay más crímenes verdaderos en producción: además de Nora, llegará pronto a la pantalla “Yiya”, protagonizada por Julieta Zylberberg -Yiya Murano joven- y Cristina Banegas como la envenenadora de Monserrat añosa.
Y hay más: hay dos producciones, una serie y una película, sobre Ricardo Barreda, y Luisana Lopilato se prepara para encarnar a Pepita “La Pistolera” en la pantalla. Y, seguramente, estas historias continuarán…
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