Los secretos del águila de Plaza Italia: Giovanola y una escultura que nunca descansa
| 7 de Junio de 2025 | 11:40

En el corazón de La Plata, el imponente águila de bronce que corona el Monumento Alla Fratellanza en Plaza Italia no solo simboliza la hermandad entre Argentina e Italia, sino que también representa el legado artístico de la familia Giovanola, cuya historia está profundamente entrelazada con la identidad cultural y social de la ciudad.
El creador de esta emblemática obra fue Abramo Andrea Maria Giovanola, más conocido como Abraham Giovanola, un escultor milanés nacido en 1851 que llegó a La Plata en 1887, convocado como parte de los pioneros que dieron forma a la moderna capital bonaerense. Ya estaba casado con Cecilia Denaro, una maltesa hija de marinos. Cuando se casaron se radicaron en Génova donde nacieron sus tres primeros hijos y en donde aprendió y comenzó a ser reconocido como escultor. Luego embarcó con los suyos hacia la Argentina y en el barco de bandera francesa, nació su cuarto hijo y después tuvo tres más.
Su talento y dedicación dejaron una huella imborrable en el paisaje urbano, viviendo en 50 entre 9 y 10, con obras como el Monumento a Giuseppe Garibaldi en Villa Garibaldi, la Virgen del Asilo Marín, y diversas esculturas en el ex zoológico platense y en plazas como la San Martín y Moreno. Otros escultores amigos le encargaban trabajos que luego presentaban como propios, y que hay obras en la Ciudad que pueden admirarse aún hoy en lugares públicos, y están registrados con otro nombre, siendo de su autoría, como por ejemplo, los esmilodontes de la puerta de entrada del Museo de Ciencias Naturales, que figuran como obra de De Pol.
La pasión por el arte y la escultura continuó en la familia con Remo Francisco Abramo Giovanola, hijo de Abraham, quien también dejó su impronta en La Plata con obras como la gruta del Bosque y diversos bustos de personalidades destacadas "Primavera", que estuvo durante décadas en lo que fue el zoológico platense, fue construida en mármol, de 1,50 metros de altura y 300 kilos de peso, valuada en U$S 500 mil, la cual fue robada en 1994.
También de él son las tres fuentes que están en mármol blanco que representa tres leones, la segunda un grupo de ángeles jugando sobre una valva marina y la tercera un grupo de niños jugando abrazados a un ganso. Autor de "Los Querubines" ubicada en el Parque Saavedra, la estatua central de la "Libertad" realizada en bronce, del monumento a la "Primera Junta" en lo que hoy es Plaza San Martín -en su momento llamada Primera Junta-; la estatua de la Libertad del monumento a Mariano Moreno, emplazado en la Plaża Moreno hasta 1910.
El águila de Plaza Italia
En el vértice donde convergen la historia, el arte y la identidad de una ciudad, Plaza Italia se alza como un espacio que ha sabido resistir el paso del tiempo, las demoliciones, los cambios de nombre y hasta el olvido pasajero. Testigo silenciosa de generaciones, no es solo un pulmón verde: es un monumento vivo a la hermandad, al trabajo y a la memoria inmigrante.
Originalmente llamada Plaza del Ministerio de Hacienda por la cercanía a ese edificio —ya demolido en la década de 1930—, fue rebautizada oficialmente el 20 de septiembre de 1895, coincidiendo con el Día de la Unificación Italiana, como un gesto de reconocimiento a la importante comunidad italiana que ayudó a dar forma a la ciudad desde sus primeros días.
Pero si algo define la fisonomía y el espíritu de Plaza Italia es su símbolo central: el Monumento Alla Fratellanza. Esta columna de granito, inspirada en la célebre Columna de Nelson de Trafalgar Square en Londres, fue construida lentamente desde 1898. Al fallecer el rey Humberto I de Italia en 1900, se realizó una preinauguración simbólica. Sin embargo, la ceremonia oficial llegó mucho después, en 1917, cuando finalmente se colocó el águila de bronce en la cima —obra del escultor milanés Giovanola— que aún hoy ondea eternamente las banderas de Argentina e Italia.
El monumento iba a contar con cuatro leones de bronce en su base, pero esos planes nunca se concretaron. Aun así, su imponencia y valor simbólico lo convirtieron en un emblema platense. Sin embargo, el desarrollo urbano también dejó marcas: en 1952, el monumento fue corrido del centro hacia un lateral para permitir la prolongación de la Avenida 7 a través de la plaza, una intervención que alteró profundamente su disposición original (¡hasta se pensó hacer una pérgola, como la de Saavedra!). Recién en 1965, el tránsito vehicular fue nuevamente prohibido en el espacio, devolviéndole su carácter peatonal.
Junto a la columna monumental, otro símbolo se yergue entre los árboles y bancos de Plaza Italia: “El Trabajo”, una escultura de bronce creada por Alessandro Laforet, también milanés. La obra, de una sensibilidad conmovedora, representa a un trabajador de cuerpo entero, maza en mano, descansando tras una jornada de esfuerzo. Es un homenaje silencioso, pero poderoso, a las miles de manos inmigrantes que forjaron no solo a La Plata, sino al país entero.
Aquel centro de plaza pudo cambiar en 1959 cuando se proyectó que se levante un monumento por el ex gobernador Luis Monteverde, aunque tampoco se dio. Y en 1983, se instaló la "Fuente de agua al inmigrante italiano" de Eduardo Rodríguez del Pino: quisieron que esté en el medio de la misma, pero también quedó en un extremo hasta la última remodelación en la cual se quitó.
Hoy, mientras la ciudad recupera su memoria urbana, y la Plaza Italia vuelve a ser restaurada y revitalizada, el águila de Giovanola vuelve a mirar el cielo desde su pedestal original, como en 1917. No es solo una restauración arquitectónica; es un acto de justicia poética para una plaza que fue, es y será un símbolo de la hermandad de los pueblos, del trabajo silencioso y del legado que perdura más allá del mármol o el bronce.
El vínculo con Gimnasia
Francisco, uno de los hijos de Abraham, fue el padre de Delia Giovanola, una de las doce fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, organización dedicada a la búsqueda de desaparecidos durante la última dictadura militar.
El vínculo de la familia Giovanola con la Ciudad y sus instituciones es profundo. Francisco se asoció a Gimnasia en 1925, y su legado como "tripero" fue reconocido en 2019, cuando el club, desde la Subcomisión de Derechos Humanos, entregó a Delia la ficha de socio de su padre y una camiseta, en homenaje a su linaje y compromiso con la ciudad.
Su hijo, Jorge Oscar Ogando fue desaparecido el 16 de octubre de 1976, durante el "Proceso de Reorganización Nacional". Ese día, Jorge y su pareja Stella Maris Montesano fueron secuestradas por las Fuerzas Armadas, avisando que quedaba su hija Virginia durmiendo en la cuna (nacida en 1973).
Delia se hizo cargo de Virginia. Stella Maris Montesano se encontraba embarazada de ocho meses de su segundo hijo Martín, que se estima que nació en los primeros días de noviembre. Finalmente, encontró a su nieto Martín Ogando en noviembre de 2015, tras 39 años de búsqueda, siendo el nieto recuperado número 118.
Hoy, varios de sus bisnietos residen en La Plata, entre los que se encuentran Ana Lia Goñi, Margarita Mieri Giovanola, Paula Visciglia y Patricia Visciglia.
La historia de los Giovanola es un testimonio de cómo el arte, la memoria y el compromiso social pueden entrelazarse para construir una identidad colectiva. Sus obras y acciones siguen siendo pilares fundamentales en la narrativa de La Plata, recordándonos la importancia de preservar y valorar nuestro patrimonio cultural y humano.
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