La pelea de Kicillof por quedar al frente de la campaña y la lista moldeada por Karina

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José Picón

Axel Kicillof tiene decidido jugar un rol central en la campaña electoral bonaerense rumbo al 7 de septiembre. Recorrerá distritos y encabezará actos. Su figura aparecerá multiplicada en las actividades de Fuerza Patria. Hará, en definitiva, un intento por plebiscitarse.

Esa ingeniería que asomó en los últimos días con sus primeras movidas en el Conurbano posteriores al cierre de listas tuvo, al menos, dos anticipos centrales: el desdoblamiento electoral impuesto pese a los deseos en contrario del kirchnerismo, y la pelea que dio por contar con nombres propios en las secciones donde, estima, se jugará a suerte y verdad la pulseada con La Libertad Avanza.

El Gobernador consiguió que dirigentes de su confianza como la vice Verónica Magario y el ministro de Infraestructura Gabriel Katopodis, encabecen en las secciones Tercera y Primera, respectivamente, donde se aglutina el 70 por ciento del electorado bonaerense.

Lo logró luego de una batalla por demás intensa. Terminó hablando en algún momento de la tarde de aquél frenético sábado de roscas y desencuentros con Cristina Kirchner. La ex presidenta se oponían a que ambos dirigentes fueran las cabezas visible de Fuerza Patria en el Conurbano. Algunos trascendidos señalan que el rechazo a Katopodis se vinculaba a su pasado como ministro del fallido gobierno de Alberto Fernández.

Al final Kicillof se impuso en esa pulseada, pero no le resultó gratis: La Cámpora se la cobró ocupando con candidatos propios buena parte de las listas. Sergio Massa tampoco desaprovechó la ocasión.

Para el Gobernador, como arquitecto central del desdoblamiento electoral, ganar la elección de septiembre se ha transformado en un insumo central para alimentar su proyecto 2027. También, pensando en el corto plazo, para mantener su propia gobernabilidad en los dos años que le quedarán en la Provincia a partir del recambio legislativo.

Las dudas, sin embargo, sobrevuelan al acecho. Hay armados que dejaron heridos. En la Sexta electoral, el esquema final de la lista de diputados dejó afuera los intendentes de los dos principales municipios: Bahía Blanca y Tres Arroyos. El primero, por La Cámpora no lo dejó encabezar con un nombre propio como era el deseo de Federico Susbielles. Al segundo, Pablo Garate, porque Massa le impuso una candidata del Conurbano.

También hay miradas de reojo sobre el cierre en la Quinta. El kirchnerismo repitió la fórmula de imponer a Fernanda Raverta, la ex titular de la Anses. La camporista viene de acumular tres derrotas al hilo con Guillermo Montenegro, el intendente de Mar del Plata. El alcalde, ahora anotado por La Libertad Avanza, será el candidato que justamente deberá volver a enfrentar Raverta.

El peronismo se asoma a librar otra batalla: el armado de la lista de diputados nacionales. No aparece un nombre claro para encabezar. El que quiere ese lugar es Juan Grabois. Massa ya lo estaría vetando. Grabois amenaza con ir con lista propia. Final abierto.

Tampoco resultó un lecho de rosas el cierre de listas en La Libertad Avanza. Karina Milei impulso el criterio de premiar el perfil de un armado territorial que le trajo su hombre de confianza en la Provincia, Sebastián Pareja. Esa opción fue el principio del fin del sueño de Santiago Caputo de colar nombres propios en las listas bonaerenses.

El ruido fue fuerte. Tanto, que disparó un gesto inusual de la hermana del Presidente: un largo posteo en sus redes sociales. “La lealtad no es una opción: es una condición. Quien cuestione a quienes llevan esa bandera no está criticando un armado; está cuestionando al Presidente mismo y a la causa que nos trajo hasta acá”, sostuvo, apuntando al campamento caputista y a sus activos tuiteros que expresaban su enojo por la composición de las listas.

Algunos de esos nombres ya quedaron en el centro de la polémica. Por la Tercera va el ex comisario Maximiliano Bondarenko. Su nombre quedó bajo los reflectores del Gobierno bonaerense desde que desplazó a 24 efectivos de la Policía por supuestamente trabajar para su candidatura.

En ese esquema de reparto, el PRO logró de alguna manera salvar la ropa con espacios en las listas de legisladores. El reconocimiento que también tuvo Patricia Bullrich no incluyó a otro dirigente que frecuenta al Presidente: José Luis Espert. El legislador se quedó afuera del reparto en las listas bonaerenses por decisión de la hermana de Milei.

Espert sigue sonando como primer aspirante en la lista de diputados nacionales, donde estarían además Diego Santilli y el propio Pareja. Ese compromiso estaría firme. De ir por la Gobernación en 2027, se verá.

La pelea de Axel Kicillof
Se pone al frente de la campaña
La lista moldeada por Karina Milei

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