Con un emotivo festejo, una vecina de Villa Elisa entró al club de los 100

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En el Hogar La Perla de City Bell se vivió un lunes distinto: Víctar Inocencia Márquez, la más grande de la institución y vecina histórica de Villa Elisa, cumplió 100 años de vida.

Víctar nació un 28 de julio en Corrientes. Creció al lado de nueve hermanos y llevó una vida de campo hasta los 21 años, cuando conoció a su compañero de vida, Enrique Pereyra. Él vivía en Buenos Aires y se comunicaban por cartas.

“Papá se fue a Corrientes a buscarla y volvieron juntos. Desde ese momento, siempre estuvieron en Villa Elisa” contó Orlando Pereyra, uno de los hijos de Víctar, a EL DIA.

A los 38 años comenzó a trabajar en la “Casa de Juntas” y lo hizo de forma ininterrumpida hasta los 69, cuando se jubiló. Mientras, construyó una familia grande: lo que comenzó con sus hijos Orlando, Enrique y María Beatriz, hoy es un legado de 13 nietos, 35 bisnietos, 20 tataranietos.

Una de las grandes pasiones de la cumpleañera fue viajar. Después de jubilarse, Víctar conoció el país entero junto al centro de jubilados.

Víctar es conocida en el hogar como una “abuela con bastante personalidad”. Con esa forma de ser tan particular y siendo la más grande del lugar, participa de todos los talleres del hogar: musicoterapia es su preferida.

A tal punto su fanatismo que, cuando está sola, recuerda y repite ejercicios que le enseñaron: “Horas después ella los sigue haciendo en el aire”, contó la coordinadora Leytes.

Según el núcleo familiar, Víctar “nunca tuvo problemas graves de salud, más que los propios de la edad”. Siempre obedeció los controles médicos y respetó una dieta equilibrada.

“Me gustaría que mi madre se acueste a dormir y que Dios se la lleve, no quiero que sufra”, reflexionó con congoja Orlando, ante las dolencias de su madre, típicas en una persona de 100 años. Pero, a este diario, dijo orgulloso: “Mamá es la más vieja del hogar”.

Víctar organizó su propio cumpleaños, preparó canciones en musicoterapia y organizó juegos. Así fue como festejó el siglo de vida: junto a las cuatro generaciones a los que dio vida y con la compañía de los 23 abuelos que residen en La Perla. ¿El por qué del particular nombre? “Se llama Inocencia porque cuando nació era el día de la santa Inocencia, Y como querían tener un varón pero fue mujer, le pusieron Victar”, cerró Orlando, con emoción.

 

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