Boda de gala en Venecia

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En un escenario cinematográfico como Venecia, Jeff Bezos y Lauren Sánchez celebraron su boda rodeados de celebridades. Las góndolas se transformaron en pasarelas flotantes y los palazzos históricos en camerinos de alta costura. Desde la ceremonia principal hasta la fiesta de despedida, cada instante fue un despliegue de estilo y glamour, con códigos de vestimenta estrictos y estilismos que hicieron del evento mucho más que una unión matrimonial: fue un espectáculo de moda global.

Lauren confirmó en redes sociales que su vestido de novia, firmado por Dolce & Gabbana, demandó más de 900 horas de confección artesanal. Un diseño sirena, blanco y dramático, con aplicaciones de encaje y 180 botones de seda, que se convirtió en el eje estético de una celebración dominada por el exceso y la elegancia.

Las invitadas no se quedaron atrás y compitieron por la atención de los flashes con elecciones de vestuario osadas. Khloé Kardashian se robó miradas con un vestido de lentejuelas rosas firmado por Tamara Ralph Couture, con escote en forma de corazón y un abrigo de plumas al tono, completando su look con un collar de diamantes que parecía recién salido de una colección de alta joyería.

Kylie Jenner, en cambio, desató controversia con un vestido blanco perlado de Dilara Findikoglu que transgredía el ‘dress code’ impuesto por la novia: solo ella podía vestir de blanco. A pesar de los lazos negros en los tirantes como intento de distinción, el look fue percibido por algunos como una provocación innecesaria.

Kim Kardashian también optó por la sensualidad con un vestido vintage de Versace en malla metálica bronce, con transparencias y encaje negro, acompañado de un maxicollar de diamantes que le dio un aire de femme fatale veneciana.

Kendall Jenner, más sobria, se inclinó por un vestido negro de inspiración lencera, con sutiles transparencias en el escote y un collar de esmeraldas como única nota de color. Su elección fue elegante, aunque no tan audaz como las de sus hermanas.

En el otro extremo del estilo, Ivanka Trump deslumbró con un vestido rosa pálido strapless con bordados plateados, falda con abertura y una estampa refinada que rozó el protagonismo. Jared Kushner, su esposo, eligió un esmoquin azul marino clásico, mientras que el propio Jeff Bezos mostró su faceta más dandy con un tuxedo tradicional, lentes Louis Vuitton y una confianza escénica que parecía ensayada. Para el after, ambos relajaron sus atuendos sin perder el toque de lujo que dominó todo el fin de semana.

Las celebraciones se extendieron por varios días y culminaron con una fiesta nocturna temática de pijamas -“Dolce Notte”- que reunió a las estrellas en batas, conjuntos de encaje, lencería glamorosa y crop tops metalizados. Lauren Sánchez reapareció con un vestido strapless de Atelier Versace acompañado por una bata a juego, mientras que varias de las Kardashian-Jenner se sumaron con looks que desafiaban cualquier noción tradicional de pijama.

Kim Kardashian, sin embargo, abandonó el evento antes del after-party, aunque no sin antes ser fotografiada luciendo lencería de diseño. Cada outfit fue calculado para viralizarse, y eso fue exactamente lo que ocurrió. La boda, más allá del amor, se convirtió en un campo de batalla estilístico con ganadoras, transgresoras y alguna que otra infracción al protocolo.

Victoria Ceretti, etérea y ultra fem / Web

 

Kendall Jenner, sofisticada. Tipo blazer y transparencias / Web

 

Khloé Kardashian, hollywooodense con paillettes y plumas / Web

 

Corset y strapless de Lauren Sánchez / Web

 

Kendall y Kylie Jenner, en la preboda / Web

 

Kim Kardashian, en modo sirena / Web

 

Ivanka Trump, de gala con overskirt / Web

 

Jared Kushner e Ivanka / Web

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