La alianza del PJ se cocina entre tensiones y desconfianzas

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Por MARIANO PEREZ DE EULATE

mpeulate@eldia.com

El PJ bonaerense llega al plazo para inscripción de la alianza con la que competirá en las elecciones de septiembre para cargos provinciales (legisladores, concejales, etc.) inmerso en una situación medio inédita: el cuestionamiento a los modos históricos del cristi-camporismo, sobre todo por el espacio que se referencia en Axel Kicillof y que le inyecta una dosis de tensión al cierre, previsto para hoy.

La presentación de una opción unificada entre las tres patas que, digamos, integran el oficialismo bonaerense (La Cámpora, el massista Frente Renovador y el axelista Movimiento Derecho al Futuro) parece que será la lógica imperante. Es lo más racional: una división del peronismo favorecería, sobre todo, a la maquinaria libertaria, que irá en alianza con un sector mayoritario del macrista Pro. Otra discusión que asoma dificultosa.

Axel Kicillof

Sin embargo, desde las tres orillas del espacio que gobierna Buenos Aires hablan de desconfianzas mutuas, que no se han podido saldar ni siquiera en la reunión que mantuvieron el lunes en La Plata Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner prácticamente a solas. Y que, según diversas fuentes, ayer se repetía en el despacho del Gobernador bajo hermetismo total. Sí se supo que también ayer se juntaron los apoderados designados por cada uno de ellos para acordar la constitución formal de la alianza, el reglamento interno y las reglas para la confección de las listas, que deben presentarse el 19 de este mes. Habrá, pues, diez días más de continuación de la guerra de nervios peronista.

Por ejemplo: anoche, en fuentes axelistas aseguraban que, “por las dudas”, la gente del gobernador podría anotar un frente módico compuesto por un par de partidos menores ligados a aliados políticos de Kicillof. Sería para el caso eventual de que se rompa a último momento el aparente acuerdo sellado por los tres protagonistas. Lluvia de “chanes”.

Deberían ser agrupaciones que no integren la alianza principal con el PJ y el Frente Renovador, cuyo nombre de fantasía ayer estaba decidido pero cerrado bajo siete llaves. Es casi una certeza que no será Unión por la Patria, con reminiscencias de derrota luego de la caída nacional frente a Milei en 2023.

Máximo Kirchner

Prueba de las tensiones que perduran en el mundillo peronista es que, en aquella reunión del trío central celebrada en la gobernación, se acordó el esquema de los tres apoderados con un sistema de firmas cruzadas para validar todo, de modo que nada puede hacerse si las tres patas de la alianza no dan el conformismo.

En representación de Máximo sería su amigo Facundo Tignanelli; en nombre de Massa uno de sus históricos, Eduardo Cergnul; y por Kicillof sería Agustina Vila, secretaria general de la Gobernación.

Para el cristi-camporismo esta suerte de colegiación es algo inédito, acostumbrados a llevarse por delante a todos los sectores internos e imponer su propios criterios a la hora de cerrar listas y designar al custodio de la lapicera que, durante años, manejó Cristina Fernández casi sin cuestionamientos. Festejan, dicen, los más de 40 intendentes que acompañan a Kicillof en la aventura diferenciadora y que acumulan extensas facturas contra el diputado Kirchner, titular del PJ provincial, y su encarcelada madre. Quien todavía lidera el peronismo nacional aunque con las acciones en baja.

Por cierto, uno de los puntos de diferenciación entre el cristi-camporismo y el resto del peronismo provincial es la cuestión de si el lema “Cristina libre” debe ser el gran insumo de la campaña bonaerense.

Sergio Massa

No se reconoce en público, pero el axelismo preferiría que sea un eje más, no tan preponderante, porque según esa visión que se oye en el Palacio de la calle 6 el mensaje del PJ bonaerense a los electores debería centrarse, sobre todo, en marcar las falencia del gobierno de Milei y en el “daño” que éste le ha causado a la Provincia por el recorte de fondos desde la Nación.

La propia Cristina, de hecho, habla de que el modelo libertario “se cae” en cualquier momento pero al parecer sus mensajeros intra-partidarios exigen un alineamiento absoluto al reclamo de su libertad, al relato de su “proscripción” que no es tal y de que es una perseguida política, so pena de ser declarados traidores a la causa. Detalles. El último sábado, el PJ provincial realizó un Congreso en el que se armó una mesa de negociaciones con representantes de todos los sectores. Pareció un avance. Eso debería evolucionar en un diálogo civilizado no sólo sobre el perfil de la alianza, sino también en lo referido a los nombres que competirán. Lo primero quedará plasmado hoy, cuando se inscriba el frente oficialista bonaerense y se despeje la incógnita de si el kicillofismo duro presenta una opción alternativa, suerte de Plan B. Sobre lo segundo, lo dicho: serán diez días de danza de nombres y evaluación de conveniencias.

Axel Kicillof
Máximo Kirchner
Sergio Massa

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