¿El campo votó al peronismo?

Edición Impresa

Ivana Vidal

eleconomista.com.ar

Fue noticia a minutos de conocerse el resultado el pasado domingo 7 de septiembre, cuando todo el país puso los ojos en una elección nunca antes reconocida, y nunca antes vista.

Primero que los bonaerenses estábamos desacostumbrados a prestar atención a quien votábamos en una boleta provincial, porque siempre fue pegada con la nacional y por lo general traccionaba de “arriba hacia abajo”.

En esta oportunidad, el gobernador Axel Kicillof y la Legislatura bonaerense decidieron desdoblar y tuvimos un lío electoral: sin PASO y con ocho elecciones distintas en un mismo día. Ahí debería deslumbrarse los armados territoriales, sección por sección y municipio por municipio, en una provincia donde siempre existieron dos bandos: los radicales vs. los peronistas, o lo que consiguió el armado del 2015 de juntar a toda la centro derecha en la memoria de Juntos por el cambio, que le permitió a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal hacer una buena elección en 2017 con un peronismo dividido.

Ahora la elección pasó a ser “de abajo hacia arriba”: movilizaron intendentes, armados locales y seccionales, con un radicalismo enojado por la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO, y por los dichos del presidente Javier Milei hacia los referentes radicales.

Podemos decir que había demasiada oferta electoral para la poca demanda, la escasa información y un peronismo unido en una sola boleta “Fuerza Patria”. Así, se llegó al resultado general de 47,28% Fuerza Patria contra 33,71% LLA.

Pero lo interesante es hacer un “doble click” en las secciones. El oficialismo se llevó seis de las ocho, mientras que LLA solo dos. Las fuerzas del centro, ninguna. Las más criticadas que se llevó la frase “el campo votó al peronismo” fueron la Segunda y la Cuarta, donde Fuerza Patria ganó por el 35% y el 40% respectivamente, mientras que la oposición violeta sacó 29,70% y 28,48%.

Ahora pongámonos quisquillosos. La Segunda Sección llevaba como tercera fuerza al armado de “Hechos” de los hermanos Passaglia. Sumando ambas fuerzas de centro derecha, le ganaban al peronismo. Lo mismo en la Cuarta, donde en reemplazo de Hechos, encontrábamos a Somos Buenos Aires, con los intendentes como armadores, especialmente el de Junín (distrito clave de la Cuarta). En la suma le ganaban al peronismo también. Esto quiere decir que la fuerza opositora dividida siempre va a perder contra un peronismo unido.

Por otra parte, es importante entender lo local de la elección. Los armados incluían a perfiles nunca antes vistos por algunas secciones y municipios, y en la creencia del Gobierno nacional de creer que el color violeta traccionaba, generó falsas expectativas. En el cuarto oscuro, el votante ve afinidad. Y la elección de medio término a concejales, con el típico comportamiento de poco corte de boleta, importaba. Es decir, seas o no productor agropecuario, votabas a quien conocías y en quien confiabas por la gestión o la persona, no por el color político. Incluso, en localidades típicamente agro, ganó el peronismo. Y ahí no hay que generalizar, sino ver qué gestión está haciendo el intendente en ese municipio para que los electores hayan elegido su fuerza. Tenemos la idea de que al resultado lo generalizamos, y esta no era una elección para hacerlo.

Campo y ruralidad

Ahora salgamos del prejuicio y definamos qué es campo y qué es ruralidad. En la provincia de Buenos Aires, según el último Censo Agropecuario, existen 36.796 explotaciones agropecuarias, de las cuales 31.780 son gestionadas por productores, muchos de ellos que tal vez administran desde la Capital y no viven o votan en la localidad. Sólo la Cuarta sección, tiene 6.600 explotaciones. Es notorio que el campo no tiene peso electoral. También sabemos que hay muchos municipios, por no decir la mayoría, que indirectamente viven del campo.

Pero ahí relanzamos una conocida discusión que siempre preocupó al sector, y es que la ruralidad o las localidades aledañas ni siquiera terminan de entender o conocer lo que es el campo, y en parte lo ven como algo alejado.

Otro punto es que, no por conocerlo o vivirlo indirectamente, tu afinidad política o tu voto esté vinculado a la centro derecha. Como tampoco pongo las manos en el fuego a que todos los productores eligen esa ideología.

El campo no es un sector separado de la sociedad, al contrario. Pero electoralmente carece de importancia.

El campo
peronismo

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE