Chau flotación del dólar: qué dicen los economistas sobre la intervención del Gobierno en el mercado
| 2 de Septiembre de 2025 | 17:29

La política cambiaria del Gobierno dio un giro que sorprendió a los mercados. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó en su cuenta de X que el Tesoro comenzará a vender dólares propios para contener la cotización, incluso antes de que el tipo de cambio toque el límite superior de la banda acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La decisión representa un quiebre con la estrategia que el ministro de Economía, Luis Caputo, defendió en abril ante el organismo y los inversores internacionales: mantener la libre flotación de la divisa dentro de un corredor y solo intervenir si alcanzaba el techo. Ese punto era considerado una pieza central para sostener expectativas y mostrar consistencia frente al FMI.
Un esquema agotado
Hasta la semana pasada, el Banco Central y el Tesoro recurrían a mecanismos indirectos: absorber liquidez en pesos, convalidar tasas de interés que triplicaban la inflación mensual, operar en el mercado de futuros y endurecer controles a los bancos. Todo eso se hacía para evitar la intervención directa.
Con el anuncio de Quirno, el Tesoro usará alrededor de USD 1.700 millones disponibles en cuentas oficiales. Según el Ministerio de Economía, la operación cuenta con el visto bueno del FMI y no afecta los USD 14.000 millones pendientes de desembolsos. Sin embargo, especialistas advierten que las reservas “propias” resultan exiguas frente a los vencimientos de deuda por más de USD 4.000 millones en enero próximo.
Una apuesta electoral
Para varios analistas, la jugada tiene un único objetivo: llegar sin sobresaltos cambiarios a las elecciones.
Alfredo Romano, presidente de Romano Group, fue tajante: “Es un trade electoral. El Gobierno busca estabilidad hasta los comicios, pero si el resultado en la provincia de Buenos Aires o en las legislativas de octubre es adverso, deberá convalidar un tipo de cambio más alto. Argentina no tiene dólares para sostener una estrategia así en el largo plazo”.
Christian Buteler, economista, señaló la contradicción con el discurso oficial: “En un sistema de bandas, el dólar debe moverse libremente dentro del rango. Intervenir antes de tiempo es exactamente lo contrario. La decisión revela la prioridad política: frenar al dólar antes de los comicios”.
Señales de alarma desde la City
El impacto fue inmediato. Los bonos argentinos con vencimiento en 2035 cayeron a su nivel más bajo desde abril y el peso se depreció más de un 2% en la primera rueda tras el anuncio, según datos de Bloomberg.
Ramiro Blázquez, estratega de StoneX, advirtió que los inversores temen una aceleración de ventas oficiales si los resultados electorales no favorecen al oficialismo: “La decisión es negativa para los bonos porque erosiona la confianza en la sostenibilidad del esquema. Si el Gobierno se ve obligado a usar más dólares, las reservas disponibles para pagar los vencimientos de enero se reducirán peligrosamente”.
Pedro Siaba Serrate, de Portfolio Personal Inversiones (PPI), observó que la medida se inscribe en una lógica ya conocida: “El Gobierno viene endureciendo encajes, empujando las tasas reales hacia arriba e interviniendo en futuros. Esto es otra pieza de ese rompecabezas, al menos hasta que pasen las elecciones en Buenos Aires”.
“El esquema de bandas murió”
Más contundente fue Gabriel Caamaño, economista de Outlier, para quien el anuncio marca el final del sistema vigente: “El esquema de bandas murió. La lógica era no intervenir dentro del rango y eso ya no se cumple. El Tesoro prioriza el dólar electoral y deja de lado la acumulación de reservas. Puede aliviar el corto plazo, pero a largo plazo es dañino. Confirma que la política monetaria y cambiaria está desordenada”.
Caamaño también subrayó la fragilidad de las arcas oficiales: “El Tesoro tiene USD 1.700 millones líquidos frente a pagos por más de USD 4.000 millones en enero. Se está hipotecando el futuro por un objetivo inmediato”.
Las dudas del mercado
La decisión llega en medio de un clima político adverso para el oficialismo. El ciclo electoral se transformó en un referéndum sobre los dos primeros años de gestión de Javier Milei. Las elecciones de la provincia de Buenos Aires son vistas por bancos de inversión como Morgan Stanley como un “obstáculo clave” para la economía y las reformas.
Además, el giro cambiario ocurre tras una serie de escándalos que golpearon al Gobierno, entre ellos la filtración de audios atribuidos a funcionarios de primera línea. Para el mercado, esa fragilidad política se combina con señales de improvisación en la política económica, lo que explica la reacción negativa de bonos y acciones.
El interrogante que queda
La gran pregunta es si la intervención anticipada marca el final de la flotación cambiaria o si se trata solo de un paréntesis hasta octubre. Los analistas coinciden en que la apuesta es riesgosa: puede contener el dólar en el corto plazo, pero abre un escenario de mayor fragilidad cuando llegue el turno de afrontar los compromisos externos.
El veredicto del mercado y de los votantes será determinante. Hasta entonces, la flotación quedó en suspenso.
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