El delito le ganó por goleada al club Villa San Carlos

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El Club Villa San Carlos volvió a quedar en jaque en las últimas horas por un nuevo episodio delictivo cometido en sus instalaciones deportivas de Berisso, en 174 entre 26 este y 27. Lo llamativo de la situación es que se trata de una sucesión de robos que, aparentemente, estarían siendo llevados a cabo por la misma persona.

Así lo denunciaron las autoridades de la institución quienes, a través de sus redes, expusieron los detalles de la compleja realidad que atraviesan.

Según pudo saber este diario, el 26 de agosto un sujeto desconocido ingresó al predio en reiteradas oportunidades, valiéndose siempre del mismo método: saltar un paredón de 2,50 metros, violentar aberturas y recorrer con libertad sectores internos del estadio.

No conforme con ello, al día siguiente volvió con las mismas intenciones. Si bien ya se había llevado casi todo lo valioso que había en el predio, retornó al lugar tanto el 30 como el 31 de agosto.

Las cámaras de seguridad fueron claves para confirmar lo ocurrido y establecer un patrón de conducta.

Las imágenes muestran con claridad al mismo individuo, un joven de entre 20 y 30 años, delgado y con alrededor de 1,75 metros de altura. Siempre se presentó con vestimenta deportiva, capucha o gorra, y cargaba una mochila para trasladar los objetos.

En una de las noches, quedó registrado con campera azul y pantalón negro. Los registros no dejan dudas: actuó solo, en horas de nocturnidad, y siempre con movimientos rápidos y calculados.

El botín no fue menor. Entre los elementos sustraídos se encuentran una bomba sumergible, un motor de heladera, cuatro flotantes de tanque de agua y unos 350 metros de cables eléctricos tipo taller.

Lo más impresionante fue la capacidad del delincuente para movilizar piezas de gran tamaño, incluso motores, sin ayuda externa.

La cronología de los hechos marca la reiteración del accionar. El 26 y el 27 de agosto se produjeron los primeros ingresos con sustracción de los objetos de mayor volumen. El 30 de agosto, a las 02.00 de la madrugada, volvió a irrumpir y a las 23.50 repitió el ingreso, concentrándose en los cables. Finalmente, el 31 de agosto, a las 20.15, se lo registró nuevamente retirando los últimos rollos de cableado y los flotantes.

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