Piden juicio para la madre de un presunto femicida
Edición Impresa | 29 de Septiembre de 2025 | 02:58

La fiscal Cecilia Corfield, en su rol de subrogante de la UFI Nº 1 de La Plata, pidió ayer la elevación a juicio de la causa contra la madre de un presunto femicida en Berisso, imputada por tenencia ilegal de armas, una civil y otra de guerra.
Se trata de Adriana Raquel Oviedo, cuya vivienda estaba ubicada a metros de la escena del brutal asesinato, ocurrido el 27 de julio pasado en una vivienda de la calle 39 entre 129 y 130.
En ese lugar, Yésica Duarte recibió dos disparos y se cree que el autor del hecho fue su pareja, Nicolás Ángel Castro, alias “Garrincha”.
La víctima y el victimario convivían en esa finca, ambos bajo arresto domiciliario y con tobilleras electrónicas por distintos procesos judiciales.
Fue en la investigación de ese hecho que allanaron la casa de la madre de Castro, donde hallaron un revólver calibre .32 largo, con cuatro municiones intactas, y una pistola calibre 380, con tres municiones intactas, “sin contar con autorización legal para ello”, expresó Corfield en su requerimiento.
“Que autor penalmente responsable del hecho aludido resulta ser Adriana Raquel Oviedo, de 64 años de edad”, refirió la funcionaria en el documento oficial y tuvo en cuenta que la mujer fue quien primero arribó a la escena del crimen luego de que el hijo menor de edad de la víctima solicitó auxilio.
Por las características de la imputación, para Corfield debe intervenir el órgano correccional en turno al momento de ocurrido el evento que se le endilga.
Como se recordará, se cree que Castro disparó contra Duarte en el patio delantero del domicilio, lo que le provocó la muerte de manera instantánea. Poco después, el acusado intentó quitarse la vida con otro disparo.
Al arribar al domicilio, los policías encontraron al acusado, que sangraba y temblaba, pero estaba consciente. Un tiro rasante lo había cruzado desde el cuello hasta el costado de la cabeza.
La madre lo acompañaba y les señaló hacia el fondo de la propiedad. “Allá está la mujer de mi hijo”, aseguró, mientras aseveraba que un grupo de delincuentes había intentado robarles.
Una ambulancia del SAME llegó al lugar y lo trasladaron rápidamente al hospital Larraín, donde se le descubrió un segundo tiro en el cuerpo, ubicado en el abdomen.
Castro, por el balazo, perdió la visión en un ojo, aunque pudo ser indagado y continúa detenido.
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