Un arquitecto y su mujer, sorprendidos por el delito

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City Bell volvió a convertirse en escenario de un hecho de inseguridad que renovó las sensaciones de desconcierto y bronca que, desde hace varios años, vienen embargando a los vecinos de esta comuna platense.

Según pudo saber este diario, pasadas las 04.10 de la mañana, un fuerte estallido quebró la quietud de la casa ubicada en 460 entre 23 bis y 24, donde descansaban un arquitecto de 58 años y su esposa.

La sorpresa inicial se transformó en alarma cuando descubrieron que un desconocido había irrumpido en la planta baja.

Al bajar, el dueño de casa alcanzó a ver la silueta de un hombre que huía con una computadora portátil en sus manos.

Al inspeccionar se dio cuenta de que el ladrón había ingresado por la puerta de vidrio del comedor.

La cerradura de la abertura forzada, resultó ser una prueba más que concluyente de la violencia con la que se concretó el ingreso.

Todo ocurrió en cuestión de segundos: no hubo margen para frenar el avance ni para intentar retener o al menos recuperar lo que se estaba llevó el intruso.

Según indicaron fuentes policiales, el delincuente se movió con determinación y sin titubeos, lo que refuerza la hipótesis de un golpe al azar o “robo al voleo”, como se lo denomina en la jerga callejera pero cometido por un intruso “experimentado” o al menos entrenado que “aprovechó la vulnerabilidad de una vivienda en plena madrugada”.

La investigación quedó caratulada como “robo en finca en grado de tentativa”, mientras los investigadores revisan los videos captadas por las cámaras de la zona intentando determinar si el ladrón actuó en soledad o si la fuga fue asistida desde el exterior.

 

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