Vestidos maxi: la prenda estrella de la primavera

Largos, fluidos y versátiles, son atuendos que se imponen en esta temporada con colores vibrantes, estampados XL y siluetas que invitan a jugar entre lo bohemio y lo sofisticado

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Cada temporada trae consigo piezas que marcan el pulso de la moda. Para esta primavera–verano, los vestidos maxi se consolidan como un imprescindible que combina frescura, comodidad y estilo sin esfuerzo. Largos, fluidos y versátiles, se presentan como la alternativa ideal para quienes buscan un look relajado pero con personalidad.

El atractivo principal del vestido maxi radica en su capacidad de adaptarse a distintos momentos del día. Durante la jornada, las versiones en algodón o lino ligero resultan perfectas para acompañar el ritmo urbano bajo el sol, aportando movimiento y transpirabilidad. Para la tarde o la noche, los diseños con telas satinadas, transparencias sutiles o estampados vibrantes permiten elevar el outfit hacia un aire más sofisticado sin perder naturalidad.

Las pasarelas internacionales han mostrado maxi vestidos en una paleta que va desde los tonos neutros —arena, blanco roto, verde oliva— hasta colores intensos como el fucsia, el naranja o el azul eléctrico. A su vez, el protagonismo de los estampados sigue vigente: flores grandes al estilo setentero, motivos geométricos y hasta el regreso del tie-dye reinterpretado en clave chic.

En cuanto a siluetas, se destacan las versiones con cortes cut-out estratégicos, espaldas descubiertas y escotes halter que aportan un toque sensual sin caer en excesos. También ganan terreno los vestidos envolventes tipo wrap y aquellos con volados en capas, ideales para generar movimiento. Los modelos de tirantes finos, combinados con sandalias planas o de plataforma, son la definición misma del verano bohemio.

El vestido maxi, además, invita a jugar con los accesorios. Un sombrero de ala ancha, un bolso tejido y unas gafas XL refuerzan el espíritu relajado; mientras que un cinturón ancho y joyería dorada pueden transformar la misma prenda en un look más estructurado y urbano.

Lo mejor de esta tendencia es su carácter democrático: favorece a distintas siluetas y estilos, adaptándose tanto a quienes buscan comodidad como a quienes desean destacar con un aire elegante. En definitiva, los vestidos maxi se posicionan como el comodín de la temporada, capaces de acompañar desde una caminata junto al mar hasta una salida nocturna en la ciudad.

Fotos: Pinterest

 

 

 

Tate vestido de Allo Martínez

 

 

 

 

La supermodelo australiana Elle Macpherson

 

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