La secuela del fervor en la frente
| 26 de Mayo de 2003 | 00:00

El presidente Néstor Kirchner sufrió ayer una pequeña herida en su frente cuando saludaba a los simpatizantes que se había agolpado contra las vallas de protección que rodearon la Casa de Gobierno.
Kirchner sacó un pañuelo de su bolsillo para secarse las gotas de sangre que cubrieron la parte superior izquierda de su frente, producto de algún golpe involuntario que sufrió en los empujones, rodeado de fotógrafos, camarógrafos y periodistas.
El mandatario le restó importancia a la pequeña herida y continuó con su ronda de saludos que provocó una demora de más de quince minutos, entre su llegada a la explanada de la Casa Rosada y su acceso al edificio. En la toma de juramento a los ministros se presentó con una pequeña 'curita' en la frente.
Kirchner sacó un pañuelo de su bolsillo para secarse las gotas de sangre que cubrieron la parte superior izquierda de su frente, producto de algún golpe involuntario que sufrió en los empujones, rodeado de fotógrafos, camarógrafos y periodistas.
El mandatario le restó importancia a la pequeña herida y continuó con su ronda de saludos que provocó una demora de más de quince minutos, entre su llegada a la explanada de la Casa Rosada y su acceso al edificio. En la toma de juramento a los ministros se presentó con una pequeña 'curita' en la frente.
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