En Arana recordaron la batalla de Monte Longdon

Las balas trazadoras cruzaron el cielo y una fuerte explosión sacudió el aire del "Campo de la Gloria", sector del Regimiento de Infantería 7 "Coronel Conde" que recuerda a los combatientes de Malvinas. Así se inició anoche, en la base militar de Arana, el simulacro con el que se recordó el 21º aniversario de la batalla de Monte Longdon. Una de las más significativas entre las que se pelearon en las islas, y el bautismo de fuego de la unidad.
El homenaje conmovió y emocionó a varios centenares de personas, entre invitados, representantes de distintas fuerzas militares y de seguridad, autoridades eclesiásticas y políticas, veteranos de guerra y familiares de soldados. Estuvieron allí, entre otros, el secretario de Gobierno municipal, Oscar Martini; el previcario Jorge Schaeffer, en representación del arzobispo platense; el jefe de la Prefectura Naval Argentina, Juan Falco; el jefe de la Policía Departamental La Plata, Carlos Belén; el jefe del Batallón 601, Daniel Lorente; y el jefe del Regimiento 7, teniente coronel Alejandro Posse.
Apenas pasadas las 18,30, la banda del Regimiento "Coronel Conde" llegó frente al palco desde la oscuridad, precedida por un grupo de soldados portando antorchas y cantando la "Canción del Infante". Luego fue el turno de los veteranos de guerra, llevando la bandera argentina que escondieron entre sus ropas para burlar la requisa británica tras la rendición en Malvinas.
Ante ellos, y con el marco de los 42 robles que recuerdan a los efectivos caídos, se leyeron varios mensajes de adhesión; y el jefe del Regimiento 7 destacó "las cualidades de nobleza y resistencia de los héroes que pusieron a esta unidad -que tengo el orgullo de comandar- a la altura de su historia". Posse recordó que "desde entonces, el valor de los soldados argentinos es reconocido, aún por los que entonces fueron enemigos".
A las 20,30, la mirada de los espectadores fue más allá del palco y descubrió entre las penumbras a los protagonistas del ejercicio de combate. Varias bengalas iluminaron entonces un sector del espacio verde en donde dos grupos de uniformados se apostaron, armas en mano, para iniciar un infernal intercambio de disparos.
Detonaciones y fogonazos se sucedieron por un par de minutos, mientras por los altavoces se relataban las alternativas del enfrentamiento que se produjo en la madrugada del 11 de junio de 1982 en las laderas del monte Longdon, al noroeste y muy cerca de Puerto Argentino.
A las 20,30, luego de una emotiva revista de los soldados del "Coronel Conde" muertos en combate, una alocución del previcario Schaeffer, y la bendición de una placa que será instalada en Monte Longdon, concluyó la tradicional conmemoración, que había "salido a la calle" por primera vez a fines del año pasado, cuando la comuna de Berisso declaró "ciudadanos ilustres" a los veteranos de Malvinas.

UNA RESISTENCIA HEROICA
La batalla de Monte Longdon es probablemente la más encarnizada de todas las que se pelearon en Malvinas. Encontró a los soldados del Regimiento 7 agotados, después de más de dos meses de luchar contra fríos bajo cero y carencia de alimentos. Tres días de bombardeos navales "de ablande", precedieron al combate, que tomó la forma de un ataque sorpresa del regimiento de Paracaidistas 3 británico.
Se peleó de noche, durante nueve horas, bajo fuego de artillería; los argentinos no se rindieron hasta quedar diezmados ante la abrumadora superioridad inglesa; antes de caer, los soldados del Coronel Conde opusieron resistencia cuerpo a cuerpo, con sus bayonetas. Fue el choque más feroz y sangriento de la guerra, llevándose la vida de 36 argentinos y 23 ingleses y dejando en total casi 200 heridos.