Celebración en Villa Elisa por la inauguración de mural franciscano
| 27 de Diciembre de 2004 | 00:00
Más de 300 vecinos de Villa Elisa participaron ayer de la inauguración de un mural que representa episodios de la vida de San Francisco y Santa Clara de Asís. La obra, de 80 metros de longitud y 2 y medio de altura, fue pintada por un grupo de scouts y el artista plástico Martín La Spina sobre una de las paredes del monasterio de Clarisas Capuchinas ubicado en la localidad del norte platense.
La celebración se inició poco después de las 19, en 14 entre 48 y 49 -la cuadra que quedó enmarcada por el mural-; cada una de las escenas del relato visual, con títulos como "Francisco predica a las aves", "Clara se consagra a Dios", "Francisco cura a los leprosos", o "Clara comparte con los pobres" -entre otros-, fue presentada con una breve lectura, intercalada con la interpretación de canciones alusivas la obra de los dos santos del siglo XIII.
Luego de la bendición de la inmensa obra -de líneas sencillas y expresivas, "bocetadas" sobre amplios campos geométricos de colores suaves- a cargo del padre Javier Vergara de la parroquia Nuestra Señora de los Milagros, la concurrencia participó de una misa en la capilla interna del monasterio de las Clarisas Capuchinas.
La obra "Villa Elisa, una ciudad con historia franciscana", es según sus impulsores -La Spina, la comunidad Guía-Scout "San Francisco de Asís" y las Clarisas-, "la concreción de un sueño largamente anhelado". El artista definió a las Clarisas como "un ejemplo de solidaridad; viven en clausura, pero son totalmente libres y están insertas en la comunidad, siempre dispuestas, siempre alegres" y al grupo scout como "un ejemplo de continuidad y perseverancia; de ellos surgió el impulso de de regalar un mural para Villa Elisa".
La "historia franciscana" de la localidad comenzó en 1938, con la llegada de los frailes Capuchinos a la entonces capilla San Luis Gonzaga. Fundaron el seminario -hoy casa de retiros-, el grupo scout, y el colegio San Francisco -actualmente a cargo de los sacerdotes del instituto Miles Christi, al igual que la parroquia San Luis-. En 1959 se levantó el monasterio de las Clarisas Capuchinas, y en 2002 se fundó la Orden Terciaria Franciscana. Muchos de los residentes en Villa Elisa han pasado por esos grupos y ámbitos, y han conocido el legado franciscano, que se define como rechazo a toda ostentación y grandilocuencia; abrazo a la humildad y la caridad; amor a Dios por sobre todo, y a la naturaleza como parte de su creación.
La celebración se inició poco después de las 19, en 14 entre 48 y 49 -la cuadra que quedó enmarcada por el mural-; cada una de las escenas del relato visual, con títulos como "Francisco predica a las aves", "Clara se consagra a Dios", "Francisco cura a los leprosos", o "Clara comparte con los pobres" -entre otros-, fue presentada con una breve lectura, intercalada con la interpretación de canciones alusivas la obra de los dos santos del siglo XIII.
Luego de la bendición de la inmensa obra -de líneas sencillas y expresivas, "bocetadas" sobre amplios campos geométricos de colores suaves- a cargo del padre Javier Vergara de la parroquia Nuestra Señora de los Milagros, la concurrencia participó de una misa en la capilla interna del monasterio de las Clarisas Capuchinas.
La obra "Villa Elisa, una ciudad con historia franciscana", es según sus impulsores -La Spina, la comunidad Guía-Scout "San Francisco de Asís" y las Clarisas-, "la concreción de un sueño largamente anhelado". El artista definió a las Clarisas como "un ejemplo de solidaridad; viven en clausura, pero son totalmente libres y están insertas en la comunidad, siempre dispuestas, siempre alegres" y al grupo scout como "un ejemplo de continuidad y perseverancia; de ellos surgió el impulso de de regalar un mural para Villa Elisa".
La "historia franciscana" de la localidad comenzó en 1938, con la llegada de los frailes Capuchinos a la entonces capilla San Luis Gonzaga. Fundaron el seminario -hoy casa de retiros-, el grupo scout, y el colegio San Francisco -actualmente a cargo de los sacerdotes del instituto Miles Christi, al igual que la parroquia San Luis-. En 1959 se levantó el monasterio de las Clarisas Capuchinas, y en 2002 se fundó la Orden Terciaria Franciscana. Muchos de los residentes en Villa Elisa han pasado por esos grupos y ámbitos, y han conocido el legado franciscano, que se define como rechazo a toda ostentación y grandilocuencia; abrazo a la humildad y la caridad; amor a Dios por sobre todo, y a la naturaleza como parte de su creación.
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