Milton, el ex Mambrú que siguió su propio camino
| 19 de Agosto de 2004 | 00:00

Desvinculado hace un año del quinteto pop Mambrú, el cantante Milton Amadeo sostuvo que prefirió emprender un camino solista para poder interpretar sus propias canciones, ya que, según afirmó, tener que hacer temas con los que no se sentía identificado era llevar "una vida de mierda".
Amadeo, quien abandonó el grupo debido a que "necesitaba" expresarse con sus propias canciones, prepara para fines de agosto una gira por el interior en la que presentará el material de lo que será su disco debut.
"Hay baladas y temas más funky, un poco de pop, un poco de rock. Estoy tratando de encontrar mi estilo", explicó el ex Mambrú, quien tras desvincularse de la productora RGB está buscando productor para su material.
El artista; confeso admirador de The Beatles, Prince, Charly García, Fito Páez y Luis Alberto Spinetta; habló de sus nuevas composiciones, de los motivos que lo llevaron a emprender una carrera solista y de lo que opina sobre el declive de los reality shows de cantantes.
¿Por qué decidió emprender una carrera en solitario?
Mi carrera musical empezó para la gente con Mambrú. Pero yo vengo tocando desde los 8 años y compongo desde que tengo 13. Para mí es más normal hacer mis canciones y cantarlas que cantar las de otros. Por eso no me fue fácil acostumbrarme a la banda. Yo ahora puedo defender más lo que hago porque es mío. Si me dicen "qué cagada lo que estás haciendo", está todo bien. Es una cagada pero es mío. Siempre hay gente a la que no le va a gustar algo. Una vez conocí a un demente que no le gustaban los Beatles.
¿Influyó eso a la hora de desligarse de Mambrú?
No me sentía mal porque no era mío. Mambrú nunca fue mío. Nunca me pude hacer cargo. Yo estaba ahí adentro pero no me ofendía. A lo sumo pensaba "preferiría que no te gustara algo que haya hecho yo". La necesidad de hacer canciones la tuve siempre. Cuando estuve en Mambrú no dejé de componer, por más que esos temas los cantara sólo en mi casa. Y llegó un punto donde no aguanté más. Me fui básicamente por una cuestión musical. Era estar cantando temas con letras que no tenía ganas de cantar, con melodías que no me gustaban. Mi sueño es vivir de la música. Y si voy a vivir haciendo cosas que no me gustan, es una vida de mierda.
¿Sentía que no tenía desafíos?
En momentos me aburría, me parecía fácil lo que tenía que hacer, menos la parte de la danza (risas). Pero te terminás acostumbrando. Lo que funciona en los reality es el producto no la gente que lo hace. Hay una fórmula armada para que funcione con cualquiera. Tenés que saber algo, seguro. Pero te puedo asegurar que los cuatro Mambrú dan más por sí mismos que lo que están dando ahora. Lo que pasa es que el producto no se los permite.
¿Cómo quedó su relación con la productora RGB?
Terminamos bien. Pero ellos no me daban seguridad de cuándo iba a editar mi álbum y no quería terminar como Pablo Cordero de "Escalera a la fama". Con RGB tenía una seguridad económica, pero preferí renunciar a todo eso y asegurarme de que voy a hacer música, porque si no puedo cantar me meto en un pozo del que no salgo nunca más. A mí no me molesta hacer un laburo más de abajo. Es algo que es necesario en la vida del músico. Me cabe la onda de ir tanteando a ver como va todo. Ahora estoy contento y conforme con el arranque que estamos teniendo.
¿Qué opina del declive que está teniendo la popularidad de los artistas de los reality shows?
Las cosas están dadas para que duren uno o dos años y que después no sirva para una mierda más. Tiene vida útil. Ya sea la mejor banda del mundo. Como los Backstreet Boys o N'Sync. Pero sin embargo dentro de esas bandas siempre hay alguien que por algo llegó ahí. Como Justin Timberlake o Robbie Williams. Aunque para llegar a donde están, necesitaron despegarse de eso. Los de los reality son grupos de imagen. Por más que canten bárbaro. No critico a la gente que está ahí. Yo lo hice. Pero vos elegís si hundirte con eso o si te interesa seguir haciendo música.
¿Qué lo inspira a la hora de componer?
Soy muy de escribir de lo que me pasa. Algunas canciones hablan de amor, otras hablan de momentos, otras de cosas que no me gustan. Y también hay cosas delirantes, como un tema que se llama "La lombriz asesina", que es una fábula. Sé que tengo mucho por aprender. Sobre todo con las letras. Siempre le di mucha importancia a las melodías porque empecé tocando y me empecé a fijar en las letras por Fito, Charly y Spinetta, que para mí son los reyes del rock nacional. Creo que en el arte llegar a ser el mejor es imposible. Podés vivir 700 mil años y siempre vas a querer llegar a más.
EL PRECIO DE LA FAMA
Uno de los momentos más conflictivos de la carrera de Milton Amadeo en Mambrú fue el acoso mediático que sufrió cuando se puso de novio con la entonces integrante de Bandana Virginia DaCunha, un asedio que, según el cantante, se debió a que los productores intentaron ocultar el romance de los dos vocalistas.
"El problema era que a mí me prohibían contar sobre mi noviazgo con ella. Y eso generaba más misterio. Teníamos que salir escondidos en autos, encontrarnos en lugares estratégicos, nunca salir a tomar algo ni al cine. Era una reverenda mierda", rememoró Amadeo. Para el cantante, que lleva dos años de noviazgo con la Bandana rubia, la relación se trató como un tema "tabú" durante los primeros seis meses de relación.
"Me decían que cómo iba a salir con ella. Me recontra rompió las pelotas. Y no me lo aguanté. Decí que nosotros estábamos muy unidos. Pero era muy incómodo. No podíamos hacer lo que hace una pareja normal. Como se prohibía decir que salíamos juntos venían todos los medios a tratar de encontrarnos", detalló.
Al final, Amadeo y DaCunha pudieron mostrar su amor públicamente. Y le enseñaron a los que manejaron el tema que no había solución más simple que contar la verdad desde el primer momento.
"Si nadie hubiera dicho nada hubiera sido todo más fácil. Yo no lo contaba porque no me dejaban. De hecho ya no nos siguen más y es algo normal, como hubiera sido desde el principio si no nos hubieran roto las pelotas", finalizó.
Amadeo, quien abandonó el grupo debido a que "necesitaba" expresarse con sus propias canciones, prepara para fines de agosto una gira por el interior en la que presentará el material de lo que será su disco debut.
"Hay baladas y temas más funky, un poco de pop, un poco de rock. Estoy tratando de encontrar mi estilo", explicó el ex Mambrú, quien tras desvincularse de la productora RGB está buscando productor para su material.
El artista; confeso admirador de The Beatles, Prince, Charly García, Fito Páez y Luis Alberto Spinetta; habló de sus nuevas composiciones, de los motivos que lo llevaron a emprender una carrera solista y de lo que opina sobre el declive de los reality shows de cantantes.
¿Por qué decidió emprender una carrera en solitario?
Mi carrera musical empezó para la gente con Mambrú. Pero yo vengo tocando desde los 8 años y compongo desde que tengo 13. Para mí es más normal hacer mis canciones y cantarlas que cantar las de otros. Por eso no me fue fácil acostumbrarme a la banda. Yo ahora puedo defender más lo que hago porque es mío. Si me dicen "qué cagada lo que estás haciendo", está todo bien. Es una cagada pero es mío. Siempre hay gente a la que no le va a gustar algo. Una vez conocí a un demente que no le gustaban los Beatles.
¿Influyó eso a la hora de desligarse de Mambrú?
No me sentía mal porque no era mío. Mambrú nunca fue mío. Nunca me pude hacer cargo. Yo estaba ahí adentro pero no me ofendía. A lo sumo pensaba "preferiría que no te gustara algo que haya hecho yo". La necesidad de hacer canciones la tuve siempre. Cuando estuve en Mambrú no dejé de componer, por más que esos temas los cantara sólo en mi casa. Y llegó un punto donde no aguanté más. Me fui básicamente por una cuestión musical. Era estar cantando temas con letras que no tenía ganas de cantar, con melodías que no me gustaban. Mi sueño es vivir de la música. Y si voy a vivir haciendo cosas que no me gustan, es una vida de mierda.
¿Sentía que no tenía desafíos?
En momentos me aburría, me parecía fácil lo que tenía que hacer, menos la parte de la danza (risas). Pero te terminás acostumbrando. Lo que funciona en los reality es el producto no la gente que lo hace. Hay una fórmula armada para que funcione con cualquiera. Tenés que saber algo, seguro. Pero te puedo asegurar que los cuatro Mambrú dan más por sí mismos que lo que están dando ahora. Lo que pasa es que el producto no se los permite.
¿Cómo quedó su relación con la productora RGB?
Terminamos bien. Pero ellos no me daban seguridad de cuándo iba a editar mi álbum y no quería terminar como Pablo Cordero de "Escalera a la fama". Con RGB tenía una seguridad económica, pero preferí renunciar a todo eso y asegurarme de que voy a hacer música, porque si no puedo cantar me meto en un pozo del que no salgo nunca más. A mí no me molesta hacer un laburo más de abajo. Es algo que es necesario en la vida del músico. Me cabe la onda de ir tanteando a ver como va todo. Ahora estoy contento y conforme con el arranque que estamos teniendo.
¿Qué opina del declive que está teniendo la popularidad de los artistas de los reality shows?
Las cosas están dadas para que duren uno o dos años y que después no sirva para una mierda más. Tiene vida útil. Ya sea la mejor banda del mundo. Como los Backstreet Boys o N'Sync. Pero sin embargo dentro de esas bandas siempre hay alguien que por algo llegó ahí. Como Justin Timberlake o Robbie Williams. Aunque para llegar a donde están, necesitaron despegarse de eso. Los de los reality son grupos de imagen. Por más que canten bárbaro. No critico a la gente que está ahí. Yo lo hice. Pero vos elegís si hundirte con eso o si te interesa seguir haciendo música.
¿Qué lo inspira a la hora de componer?
Soy muy de escribir de lo que me pasa. Algunas canciones hablan de amor, otras hablan de momentos, otras de cosas que no me gustan. Y también hay cosas delirantes, como un tema que se llama "La lombriz asesina", que es una fábula. Sé que tengo mucho por aprender. Sobre todo con las letras. Siempre le di mucha importancia a las melodías porque empecé tocando y me empecé a fijar en las letras por Fito, Charly y Spinetta, que para mí son los reyes del rock nacional. Creo que en el arte llegar a ser el mejor es imposible. Podés vivir 700 mil años y siempre vas a querer llegar a más.
EL PRECIO DE LA FAMA
Uno de los momentos más conflictivos de la carrera de Milton Amadeo en Mambrú fue el acoso mediático que sufrió cuando se puso de novio con la entonces integrante de Bandana Virginia DaCunha, un asedio que, según el cantante, se debió a que los productores intentaron ocultar el romance de los dos vocalistas.
"El problema era que a mí me prohibían contar sobre mi noviazgo con ella. Y eso generaba más misterio. Teníamos que salir escondidos en autos, encontrarnos en lugares estratégicos, nunca salir a tomar algo ni al cine. Era una reverenda mierda", rememoró Amadeo. Para el cantante, que lleva dos años de noviazgo con la Bandana rubia, la relación se trató como un tema "tabú" durante los primeros seis meses de relación.
"Me decían que cómo iba a salir con ella. Me recontra rompió las pelotas. Y no me lo aguanté. Decí que nosotros estábamos muy unidos. Pero era muy incómodo. No podíamos hacer lo que hace una pareja normal. Como se prohibía decir que salíamos juntos venían todos los medios a tratar de encontrarnos", detalló.
Al final, Amadeo y DaCunha pudieron mostrar su amor públicamente. Y le enseñaron a los que manejaron el tema que no había solución más simple que contar la verdad desde el primer momento.
"Si nadie hubiera dicho nada hubiera sido todo más fácil. Yo no lo contaba porque no me dejaban. De hecho ya no nos siguen más y es algo normal, como hubiera sido desde el principio si no nos hubieran roto las pelotas", finalizó.
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