Ante posibles brotes de gripe y bronquiolitis, es fundamental prevenir
| 4 de Abril de 2007 | 00:00
Ante la previsión de que en el próximo invierno se produzca un fuerte brote de infecciones respiratorias y también de gripe, es fundamental que se actúe con criterio preventivo y se adopten medidas oportunas para atenuar el impacto de esas epidemias.
En ese sentido, deben destacarse las precauciones que ya han empezado a adoptarse en la estructura sanitaria bonaerense. Como se ha informado, fue anunciada la incorporación de más de mil médicos y enfermeros, quienes durante las próximas semanas serán capacitados en la atención de infecciones respiratorias agudas bajas, especialmente la bronquiolitis. También se empezó a distribuir medicación específica tanto en salas sanitarias como en los hospitales de la Provincia. Y como parte de la misma estrategia, se dispuso aumentar en un 50 por ciento la cantidad de camas de terapia intensiva pediátrica para asistir los casos más graves de estas infecciones, que el año pasado, y sólo en territorio bonaerense, afectaron a unos 115 mil niños, según datos oficiales.
Todas esas medidas parecen bien encaminadas. Faltaría complementarlas con una campaña eficiente de prevención, aportando a la población información clara sobre los cuidados que deben adoptarse y sobre la forma en que es conveniente reaccionar ante eventuales síntomas.
En el mismo contexto, también debe advertirse sobre la necesidad de asegurar la oportuna provisión de vacunas antigripales. Los especialistas -como se ha señalado- recomiendan darse esa vacuna durante el otoño, para poder enfrentar con más anticuerpos al virus de la gripe.
Según las recomendaciones internacionales más recientes, los grupos de riesgo incluyen a los mayores de 50 años; los pacientes con enfermedades renales cardíacas, pulmonares y metabólicas; los inmunosuprimidos; los niños de entre 6 y 9 meses; las embarazadas; quienes reciben aspirina en forma crónica; aquellos que tienen o cuidan bebés menores de 6 meses y quienes conviven con personas que pertenecen a alguno de los grupos mencionados.
Para que esos sectores de la población estén protegidos ante la aparición del virus, será fundamental que la vacuna esté disponible en el curso de este mes. La advertencia es necesaria porque en años anteriores hubo serios problemas de escasez y, en muchos casos, las dosis llegaron cuando ya era tarde.
Hay que puntualizar, en este sentido, que tanto el IOMA como el PAMI realizan anualmente campañas de vacunación contra la gripe. Tener en cuenta la anticipación recomendada será crucial para la eficacia de esos operativos.
En ese sentido, deben destacarse las precauciones que ya han empezado a adoptarse en la estructura sanitaria bonaerense. Como se ha informado, fue anunciada la incorporación de más de mil médicos y enfermeros, quienes durante las próximas semanas serán capacitados en la atención de infecciones respiratorias agudas bajas, especialmente la bronquiolitis. También se empezó a distribuir medicación específica tanto en salas sanitarias como en los hospitales de la Provincia. Y como parte de la misma estrategia, se dispuso aumentar en un 50 por ciento la cantidad de camas de terapia intensiva pediátrica para asistir los casos más graves de estas infecciones, que el año pasado, y sólo en territorio bonaerense, afectaron a unos 115 mil niños, según datos oficiales.
Todas esas medidas parecen bien encaminadas. Faltaría complementarlas con una campaña eficiente de prevención, aportando a la población información clara sobre los cuidados que deben adoptarse y sobre la forma en que es conveniente reaccionar ante eventuales síntomas.
En el mismo contexto, también debe advertirse sobre la necesidad de asegurar la oportuna provisión de vacunas antigripales. Los especialistas -como se ha señalado- recomiendan darse esa vacuna durante el otoño, para poder enfrentar con más anticuerpos al virus de la gripe.
Según las recomendaciones internacionales más recientes, los grupos de riesgo incluyen a los mayores de 50 años; los pacientes con enfermedades renales cardíacas, pulmonares y metabólicas; los inmunosuprimidos; los niños de entre 6 y 9 meses; las embarazadas; quienes reciben aspirina en forma crónica; aquellos que tienen o cuidan bebés menores de 6 meses y quienes conviven con personas que pertenecen a alguno de los grupos mencionados.
Para que esos sectores de la población estén protegidos ante la aparición del virus, será fundamental que la vacuna esté disponible en el curso de este mes. La advertencia es necesaria porque en años anteriores hubo serios problemas de escasez y, en muchos casos, las dosis llegaron cuando ya era tarde.
Hay que puntualizar, en este sentido, que tanto el IOMA como el PAMI realizan anualmente campañas de vacunación contra la gripe. Tener en cuenta la anticipación recomendada será crucial para la eficacia de esos operativos.
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