¡Qué lindo es ganar!

     Jugó, sufrió, vivió. Porque ganar es vivir.

     Ahora sí. Fue otro Gimnasia. Profundizó algunas virtudes -orden defensivo, entrega, buena posesión de balón- y le agregó dinámica, cambio de ritmo, sorpresa. Presión en el medio, con Rinaudo a la cabeza, recuperación y pim-pam-pum, en tres toques a buscar el arco. Nada de "fulbito", buen fútbol como dijo el Pampa Sosa.
     Sufrió demasiado, es cierto. Después de encontrar continuidad en el juego, de buen partido durante 65 minutos -y no los 45 que parecían "reglamentarios" en este torneo- Central lo fue a buscar, lo apretó cuando las piernas pesaban y se encontró con otras virtudes: las atajadas determinantes de Sessa, un partido de DVD de Coco, la fuerza de Agüero y hasta una salvada ¡de derecha! del reaparecido Lucas Landa.
     Esas virtudes aparecieron a partir de un déficit: la definición. El aspecto más trabajado por Madelón en estas dos semanas no encontró premio. Ahora Gimnasia pone volantes y delanteros en posición de gol, pero paradójicamente encontró el gol a través del ataque peor jugado por el petiso Niell, picante, vital en los primeros 45 minutos. Esa pelota jamás hubiera llegado al Pampa, pero está vez el Lobo ligó algo que mereció largamente.
     Por continuidad, Fito Rinaudo fue el mejor. Quita y juega. Presiona, recupera y se la dá a un compañero. Un nivel bárbaro del pibe que tras las lesiones quiere recuperar el tiempo perdido. Después Piatti, con su forma de jugar, marcó diferencias. Siempre pendula entre el elogio desmesurado y el insulto más cruel. Con la cabeza "limpia" es titular y figura, hasta ahora respondió al respaldo del DT.
     Hubo más. Un equipo sin puntos bajos. ¡Epa! Un equipo que siempre supo lo que quiso; las individualidades sirvieron para enriquecer el juego colectivo. Ormeño es técnica; Graf, oficio. Además Villar escucha aplausos, Chirola jugó bien y el Pampa Sosa trabaja muchísimo aunque no luzca. El brillo de los goles no aparece, pero a Piatti, Villar y Niell les aportó muchísimo.
     Ojo, todavía Gimnasia no ganó nada. Madelón lo charló con sus jugadores tras la victoria. Necesita sumar mucho más. Pero en el maratón de la temporada, este fin de semana aceleró el paso y algunos -jujeños, tucumanos, mendocinos- empezaron a mostrar que no tienen demasiado resto.
     Triperos, este equipo depende de los demás, pero principalmente de sí mismo. El Lobo está vivo.





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