En el "reino" del TC, las sorpresas no sorprenden

Por CARLOS SAAVEDRA

En el "reino" del Turismo Carretera, las sorpresas mayúsculas y los golpes de escena suelen encontrar un terreno sumamente fértil. La lógica indica que los 17,50 puntos atesorados por Guillermo Ortelli al frente de la Copa de Oro, con una única fecha por cumplir, el 30 de este mes en Buenos Aires, le alcanzarán para convertirse en pentacampeón. La instauración del playoff, admitió en mas de una ocasión cuando habló con este diario, le cayó como anillo al dedo en una temporada que, pensar en el título, parecía un sueño lejano.

Pero entró en juego el playoff y Ortelli se encendió, lustró la chapa de grande y la tiró en la pista. El Chevrolet del JP Racing se convirtió en un "auto fantástico", como dijo Guillermo, ganó y luego de ese 3º capítulo en Paraná, quedó consolidado al frente del puntaje (hasta ahora estuvo en las 4 carreras en el podio). En La Plata el domingo pasado, escoltando a Silva, ratificó su condición de candidatazo a la corona que tendrá dueño en el autódromo de los Gálvez. Pero, mas allá de que la mesa esté servida para el de Salto, hay otros dos jugadores en danza, en condiciones -lejanas- de frustrar el objetivo.

El principal, el Pato Juan Manuel Silva, el otro Emanuel Moriatis casi candidato por lo que cantan los números, pero casi afuera en los hechos (a 23 puntos, con 26 en juego). El chaqueño brillante ganador en el Mouras, inalcanzable ya en el campeonato regular (16 fechas), que lo hace sentir "campeón", no parece el indicado para pintar el "1" como casi seguro lo hubiera hecho de no aparecer la Copa de Oro. Enfrentado con Gustavo Lema, uno de los dueños del JP, distanciado de Guillermo Kissling, responsable técnico y clave en el andamiaje del equipo, aunque seguro contará con el Ford alistado de primera, el chaqueño para ser el verdadero campeón, deberá acompañarlo un milagro, mas allá que sostenga "no estoy muerto ni mucho menos".

FUTURO INCIERTO

No es precisamente la mejor situación en la que arribará Silva a la definición en Buenos Aires, mas aún considerándose su proclividad a mostrar altibajos anímicos que le juegan en contra a su condición de gran piloto, y que lo acompañaron a partir de la instauración del playoff. El Pato, se descuenta, dejará el JP que integró desde el comienzo de la escuadra, ¿podría darse que se llevara el "1" a otro equipo?. El "no" gana en forma abrumadora.

Todo indica que el JP en línea con lo resuelto por la ACTC (los equipos solo podrán contar con dos autos y si fuera un tercero, deberá ser un Dodge o Torino), pondrá en pista en 2009 a Ortelli y Marcos Di Palma con los Chevrolet y a Norberto Fontana con un Dodge. Marca a la que retornaría luego del fallido paso por Ford, y con la que se consagró campeón. El destino de Silva lo podría llevar a un equipo que aparecería encabezado por Roberto Valle, dueño del RV Competición donde el Pato corre en Top Race. Otros mas audaces, lo imaginan ocupando el lugar de Lalo Ramos en el Lincoln Sport Group; en tal caso el escribano Cuervo "si las condiciones económicas son las apropiadas", podría armar un equipo "satélite" con dos Fores mas.

Falta poco para que el TC, Ortelli y Silva e incluso Moriatis, protagonicen el capítulo final de una historia que con tres candidatos posibles en la última fecha, no se daba desde 2003. ¿Una historia con final anunciado?. ¿O el TC volverà a sorprender?.