Francella y Suar vuelven con "La cena de los tontos
La dupla regresa con la exitosa pieza de Francis Veber, esta vez en el teatro Corrientes de Mar del Plata
| 30 de Diciembre de 2008 | 01:00

La comedia francesa "La cena de los tontos", que encabezada por Guillermo Francella y Adrián Suar fue un éxito en la cartelera teatral porteña de 2000, se reestrenó este fin de semana en Mar del Plata, con los mismos protagonistas y con localidades agotadas.
La obra, de Francis Veber, se presenta esta temporada en el teatro Corrientes, con un elenco que se completa con Pablo Codevilla, Marcelo de Bellis, Carla Conte, Sabrina Rojas y Horacio Erman, con dirección de Francella y producción de Pablo Kompel, Francella y Suar.
Pablo (Suar) es un exitoso editor que todos los miércoles se reúne a cenar con un grupo de amigos con quienes compite para ver quién lleva a la velada al individuo más tonto que encuentre, para divertirse a su costa.
Pero el miércoles que planea llevar a la cena de los tontos al empleado de la DGI Francisco Piñón (Francella) como idiota de turno, una lumbalgia inoportuna lo obliga a suspender la reunión aunque igualmente se encuentra con él en su departamento, donde se convence de haber hallado al campeón mundial de la estupidez.
Luego de que su esposa (Carla Conte), enojada por la crueldad del divertimento de Pablo y sus amigos, se marcha del departamento, llega Piñón, sin sospechar que lo invitan para burlarse de él y no, como cree, para que le editen un libro sobre su hobby: La construcción de miniaturas con fósforos.
A partir de la irrupción de Piñón en el moderno departamento de Pablo donde se desarrolla la trama, la risa del público es la música de fondo permanente de esta obra que revaloriza la calidad de comediante de Francella.
RISAS SIN PARAR
Con un manejo exacto de los tiempos, de los textos y de los gestos, Francella prácticamente no da respiro a la platea, que ríe a carcajadas con cada intervención suya, por mínima que parezca.
Dentro de la trama, cada acción de Piñón no hace más que complicar la existencia de quien supuestamente iba a burlarse de sus pocas luces.
Es que justamente como consecuencia de las torpezas de quien iba a ser su víctima, en menos de dos horas Pablo parece perder a su mujer, es violentamente acosado por su histérica amante (Rojas), debe pedir ayuda a su "ex mejor amigo" (de Bellis) y hasta termina en la mira de un celoso inspector impositivo (Codevilla).
Todas esas circunstancias maravillosamente hilvanadas por el autor son los condimentos de una cena que, con Francella como plato principal, se transforma en un verdadero banquete de humor.
La obra, que en 1998 fue llevada al cine en Francia (Le Diner de Cons), en la Argentina se estrenó en teatro en el Lola Membrives de Buenos Aires el 10 de mayo de 2000, con Francella y Suar como protagonistas.
En aquella puesta, que en seis meses fue vista por más de 100.000 espectadores, el elenco lo completaban Victoria Oneto, Adriana Salonia, Damián de Santo y Roberto Carnaghi.
Esta versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino, llega ahora a la costa con la intención de transformarse en uno de los éxitos de la taquilla estival, pretensión que en este primer fin de semana de funciones ya comenzó a reflejarse en la boletería del Corrientes.
La obra, de Francis Veber, se presenta esta temporada en el teatro Corrientes, con un elenco que se completa con Pablo Codevilla, Marcelo de Bellis, Carla Conte, Sabrina Rojas y Horacio Erman, con dirección de Francella y producción de Pablo Kompel, Francella y Suar.
Pablo (Suar) es un exitoso editor que todos los miércoles se reúne a cenar con un grupo de amigos con quienes compite para ver quién lleva a la velada al individuo más tonto que encuentre, para divertirse a su costa.
Pero el miércoles que planea llevar a la cena de los tontos al empleado de la DGI Francisco Piñón (Francella) como idiota de turno, una lumbalgia inoportuna lo obliga a suspender la reunión aunque igualmente se encuentra con él en su departamento, donde se convence de haber hallado al campeón mundial de la estupidez.
Luego de que su esposa (Carla Conte), enojada por la crueldad del divertimento de Pablo y sus amigos, se marcha del departamento, llega Piñón, sin sospechar que lo invitan para burlarse de él y no, como cree, para que le editen un libro sobre su hobby: La construcción de miniaturas con fósforos.
A partir de la irrupción de Piñón en el moderno departamento de Pablo donde se desarrolla la trama, la risa del público es la música de fondo permanente de esta obra que revaloriza la calidad de comediante de Francella.
RISAS SIN PARAR
Con un manejo exacto de los tiempos, de los textos y de los gestos, Francella prácticamente no da respiro a la platea, que ríe a carcajadas con cada intervención suya, por mínima que parezca.
Dentro de la trama, cada acción de Piñón no hace más que complicar la existencia de quien supuestamente iba a burlarse de sus pocas luces.
Es que justamente como consecuencia de las torpezas de quien iba a ser su víctima, en menos de dos horas Pablo parece perder a su mujer, es violentamente acosado por su histérica amante (Rojas), debe pedir ayuda a su "ex mejor amigo" (de Bellis) y hasta termina en la mira de un celoso inspector impositivo (Codevilla).
Todas esas circunstancias maravillosamente hilvanadas por el autor son los condimentos de una cena que, con Francella como plato principal, se transforma en un verdadero banquete de humor.
La obra, que en 1998 fue llevada al cine en Francia (Le Diner de Cons), en la Argentina se estrenó en teatro en el Lola Membrives de Buenos Aires el 10 de mayo de 2000, con Francella y Suar como protagonistas.
En aquella puesta, que en seis meses fue vista por más de 100.000 espectadores, el elenco lo completaban Victoria Oneto, Adriana Salonia, Damián de Santo y Roberto Carnaghi.
Esta versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino, llega ahora a la costa con la intención de transformarse en uno de los éxitos de la taquilla estival, pretensión que en este primer fin de semana de funciones ya comenzó a reflejarse en la boletería del Corrientes.
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