Cuatro casos aberrantes
El crimen de la familia Mansilla remite a otros hechos que conmovieron a la opinión pública
| 3 de Agosto de 2008 | 00:00

El crimen del matrimonio Mansilla registra al menos otros cuatro casos de familias enteras que fueron víctimas de homicidios múltiples en la historia policial argentina.
El horror que provocó el hallazgo de los cuerpos de los niños de la familia Mansilla, cuatro días después que fueron encontrados sus padres, confirmó que el caso no escapó a una zaga trágica que en los últimos 20 años conmovió a la sociedad.
El 16 del caluroso enero de 1996 en un criadero de animales de granja de la localidad de Derqui, un matrimonio de bolivianos y sus dos hijos de 4 y 2 años, fueron asesinados. Los investigadores establecieron que el cuádruple asesinato fue por cuestiones pasionales.
En tanto, el 26 de febrero de 1999 en la localidad de Villa Centenario, Lomas de Zamora, cuando los seis miembros de una familia, entre ellos tres chicos de 7, 12 y 17 años, fueron masacrados por tres hombres armados que irrumpieron en su casa de madera y los atacaron a balazos.
En otro conocido caso como "La Masacre de Flores", que se produjo el 17 de febrero de 1994, murieron en un incendio intencional un matrimonio, con dos de sus hijos de 14 y 9 años, además de un amigo del menor, mientras que sólo pudo salvar la vida otro de los hermanos, de 15, llamado Matías Bagnato. El autor del crimen, Alvaro González, tenía un asunto personal con el dueño de casa, José Bagnato, y fue condenado a prisión perpetua en un juicio oral.
En otra masacre, la de General Villegas, ocurrida el 9 de mayo de 1992, en la estancia La Payanca, donde aparecieron los cadáveres de María Etcheritegui de Gianolio, su pareja Alfredo Forte, y el hijo de la mujer, José Luis. También fueron asesinados dos empleados de la familia y un linyera que tenía permiso para dormir en el lugar.
El horror que provocó el hallazgo de los cuerpos de los niños de la familia Mansilla, cuatro días después que fueron encontrados sus padres, confirmó que el caso no escapó a una zaga trágica que en los últimos 20 años conmovió a la sociedad.
El 16 del caluroso enero de 1996 en un criadero de animales de granja de la localidad de Derqui, un matrimonio de bolivianos y sus dos hijos de 4 y 2 años, fueron asesinados. Los investigadores establecieron que el cuádruple asesinato fue por cuestiones pasionales.
En tanto, el 26 de febrero de 1999 en la localidad de Villa Centenario, Lomas de Zamora, cuando los seis miembros de una familia, entre ellos tres chicos de 7, 12 y 17 años, fueron masacrados por tres hombres armados que irrumpieron en su casa de madera y los atacaron a balazos.
En otro conocido caso como "La Masacre de Flores", que se produjo el 17 de febrero de 1994, murieron en un incendio intencional un matrimonio, con dos de sus hijos de 14 y 9 años, además de un amigo del menor, mientras que sólo pudo salvar la vida otro de los hermanos, de 15, llamado Matías Bagnato. El autor del crimen, Alvaro González, tenía un asunto personal con el dueño de casa, José Bagnato, y fue condenado a prisión perpetua en un juicio oral.
En otra masacre, la de General Villegas, ocurrida el 9 de mayo de 1992, en la estancia La Payanca, donde aparecieron los cadáveres de María Etcheritegui de Gianolio, su pareja Alfredo Forte, y el hijo de la mujer, José Luis. También fueron asesinados dos empleados de la familia y un linyera que tenía permiso para dormir en el lugar.
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