Bolívar fue escenario de una histórica definición

BOLIVAR.- La ciudad de Bolívar pasará a la historia del Dakar por haber sido el privilegiado escenario de la final más reñida de autos en los 30 años del Dakar y por ser testigo del primer triunfo argentino en esta competencia.

La apasionante definición de autos fue ganada con lo justo por el español Carlos Sainz (VW), pero Bolívar fue testigo sobre todo de la histórica coronación de Marcos Patronelli, quien con su cuatriciclo Yamaha Raptor 400 se convirtió en el primer argentino y americano en ganar el rally más exigente del mundo.

Miles de personas se apostaron desde muy temprano sobre la ruta nacional 5 para poder ver llegar a sus nuevos ídolos, la gran mayoría anónimos. Lo mismo sucedió en el ingreso a Buenos Aires, con "motoqueros", familias y con la gente dejando emocionado a los competidores.

Hombres que soportaron adversidades de todo tipo, con temperaturas extremas, que incluso llegaron hasta los 60 grados en Fiambalá, que pasaron la noche en el desierto de Atacama esperando que el primer rayo de luz le permitiera arreglar el auto para continuar y que ayer, con justicia, fueron recibidos como héroes, tal como ocurrió con el chileno Fernando León y su hijo.

Y como ídolos, por supuesto, fueron recibidos después del mediodía los Patronelli, con Marcos a la cabeza y Alejandro como escudero, en el parque Las Arcoyardas, de Bolívar, a donde llegaron como cómodos ganadores de los cuatriciclos del rally.

Marcos, el menor de los hermanos y ahora campeón del Dakar, llegó al parque con lágrimas, aún con la cara llena de tierra, y envuelto en una bandera argentina frenó su cuatri con un notorio cansancio pero con una calma que impresionaba.

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