Solamente servía ganar y ganó
| 6 de Noviembre de 2010 | 00:00

No fue una buena victoria. Pero fue una victoria IMPRESCINDIBLE. Perder contra Quilmes era ver el abismo con lentes de aumento. Ganar es vida, pelearla partido a partido, sufrir hasta el último instante, probablemente llegar otra vez al mano a mano con un equipo de la B Nacional.
Hoy en Gimnasia, en todos los órdenes, hay que administrar pobreza. En lo económico, ni hablar. En lo institucional, sin gestos de grandeza. No en esta capaña electoral, en los últimos 15 años. En lo futbolístico...es lo que hay. Esfuerzo, entrega, lucha. Correr y meter. la deuda es jugar. Y si bien es cierto que afuera del banco de suplentes quedaron mejores jugadores que los citados (Neira, Encina), hay que demostrarlo en la cancha. En esta campaña, nadie puede asomar la cabeza del rebaño y decir "yo jugué bien". Nadie.
Compromiso es una palabra clave en este momento. Por eso juega Luciano Aued, quien no está recuperado futbolísticamente, pero se muestra, la pide, quiere estar. Gastón Sessa, Fabián Rinaudo, Abel Masuero, Milton Casco tienen ese compromiso, aunque a veces jueguen mal. Ni hablar el Oso Agüero, que no jugó un gran partido pero metió ese cabezazo salvador. Jorge Córdoba recibe ladrillazos, cascotazos de 50 metros y a veces se las arregla. Suma. Y los pibes aportan lo que pueden como pueden. Ellos no son responsables, le ponen el pecho a un momento difícil.
Por eso esta noche tiene que dormirse orgulloso Leandro Sapetti. El pibe jugó bien, tuvo un debut auspicioso, aportó más de lo que se esperaba de él. El grito de desahogo, solito en la mitad de la cancha mientras sus compañeros corrían a festejar el gol al banco de suplentes. Las piernas acalambradas. Los aplausos cuando le dejó el lugar a Frezzotti. las imagenes a todo color deben dar vueltas una y otra vez por la cabeza de Sape. Disfrutalo pibe, te lo mereces. Diste todo.
Pablo Morant busca variantes, modifica sistemas, elige pibes, cambia nombres. Tal vez deba recurrir a la simpleza. Quizá, no tenga más que jugar con un 4-4-2 pelado. Sin dudas, debe seguir. Más allá de que a veces piensa que arriesga su futuro como DT, su capital serán el trabajo, la preparación y ser buena gente, ponerle el pecho a las balas en este momento. A pesar de que falte plata. A pesar de que a veces falte una caricia para el espíritu. hasta el 12 de diciembre, Flaco, Gimnasia depende de vos.
Ahora, a seguir remando. La orilla está lejos, pero hay que llegar. Gimnasia es menos que Banfield y que Vélez. Seguro. Así que todo lo que sume será bienvenido, porque como dice un amigo, "de a uno come la gallina y engorda".
Foto Prensa Gimnasia
Hoy en Gimnasia, en todos los órdenes, hay que administrar pobreza. En lo económico, ni hablar. En lo institucional, sin gestos de grandeza. No en esta capaña electoral, en los últimos 15 años. En lo futbolístico...es lo que hay. Esfuerzo, entrega, lucha. Correr y meter. la deuda es jugar. Y si bien es cierto que afuera del banco de suplentes quedaron mejores jugadores que los citados (Neira, Encina), hay que demostrarlo en la cancha. En esta campaña, nadie puede asomar la cabeza del rebaño y decir "yo jugué bien". Nadie.
Compromiso es una palabra clave en este momento. Por eso juega Luciano Aued, quien no está recuperado futbolísticamente, pero se muestra, la pide, quiere estar. Gastón Sessa, Fabián Rinaudo, Abel Masuero, Milton Casco tienen ese compromiso, aunque a veces jueguen mal. Ni hablar el Oso Agüero, que no jugó un gran partido pero metió ese cabezazo salvador. Jorge Córdoba recibe ladrillazos, cascotazos de 50 metros y a veces se las arregla. Suma. Y los pibes aportan lo que pueden como pueden. Ellos no son responsables, le ponen el pecho a un momento difícil.
Por eso esta noche tiene que dormirse orgulloso Leandro Sapetti. El pibe jugó bien, tuvo un debut auspicioso, aportó más de lo que se esperaba de él. El grito de desahogo, solito en la mitad de la cancha mientras sus compañeros corrían a festejar el gol al banco de suplentes. Las piernas acalambradas. Los aplausos cuando le dejó el lugar a Frezzotti. las imagenes a todo color deben dar vueltas una y otra vez por la cabeza de Sape. Disfrutalo pibe, te lo mereces. Diste todo.
Pablo Morant busca variantes, modifica sistemas, elige pibes, cambia nombres. Tal vez deba recurrir a la simpleza. Quizá, no tenga más que jugar con un 4-4-2 pelado. Sin dudas, debe seguir. Más allá de que a veces piensa que arriesga su futuro como DT, su capital serán el trabajo, la preparación y ser buena gente, ponerle el pecho a las balas en este momento. A pesar de que falte plata. A pesar de que a veces falte una caricia para el espíritu. hasta el 12 de diciembre, Flaco, Gimnasia depende de vos.
Ahora, a seguir remando. La orilla está lejos, pero hay que llegar. Gimnasia es menos que Banfield y que Vélez. Seguro. Así que todo lo que sume será bienvenido, porque como dice un amigo, "de a uno come la gallina y engorda".
Foto Prensa Gimnasia
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