Jéssica Cirio, bajo custodia por el acoso de un hombre
| 29 de Enero de 2011 | 00:00
Jéssica Cirio atraviesa uno de los peores momentos de su vida al ser acosada por un fanático. La incómoda situación comenzó hace mucho tiempo y como el hombre no la deja en paz ni un segundo, decidió hacer la correspondiente denuncia. En consecuencia, la policía arrestó al acosador pero la tranquilidad de la rubia apenas duró unas pocas horas: al no tener antecedentes, quedó libre nuevamente. "Estoy asustada y con custodia policial", reconoció atemorizada.
"Hace un año que viene acosándome. Me hacía guardias tres veces por semana. Empezó con mails a mi spa y llamados telefónicos donde preguntaba por mí, después se presentó personalmente", contó ayer la modelo de Leandro Rud en el programa radial de Jorge Rial.
Bajo el claro perfil de un psicótico, el fanático estaba pendiente todo el tiempo de lo que hacía Cirio. "Se quedaba en la puerta de mi casa desde las diez de la noche hasta las tres de la mañana. Por suerte nunca me lo crucé, pero lo teníamos identificado de cuando se presentó al spa".
Cansada de ser perseguida y observada todo el tiempo, y muy atemorizada por lo que le podía pasar, la rubia decidió hacer la denuncia a la policía hace unos meses atrás.
A fines del 2010 viajó a Punta del Este por cuestiones laborales y fue allí donde pudo vivir tranquila durante algunos días. Paz que se le terminó cuando llegó nuevamente a su edificio en la ciudad de Buenos Aires y se encontró con un gran despliegue policial que ella misma se encargó de relatar.
"Yo no estaba en casa, pero él tocó el timbre y la empleada se dio cuenta que era este muchacho por las descripciones que teníamos. Es una persona que no está bien de la cabeza y puede hacer cualquier cosa. Cuando yo llegué me encontré con un gran despliegue policial", describió la vedette.
La policía se llevó al hombre detenido pero, para desgracia de la bella Cirio, a las pocas horas fue liberado por falta de antecedentes.
La situación le provocó aún más miedo a Jéssica por temor a que el hombre tome represalias. "Tiene aproximadamente unos 40 años y mide un metro ochenta. Es un obsesionado que llegó a escribir al mail del spa diciendo cómo estaba vestida y por dónde iba caminando. Además sabe donde viven mis papás en la zona de Lanús", señaló atemorizada.
"Hace un año que viene acosándome. Me hacía guardias tres veces por semana. Empezó con mails a mi spa y llamados telefónicos donde preguntaba por mí, después se presentó personalmente", contó ayer la modelo de Leandro Rud en el programa radial de Jorge Rial.
Bajo el claro perfil de un psicótico, el fanático estaba pendiente todo el tiempo de lo que hacía Cirio. "Se quedaba en la puerta de mi casa desde las diez de la noche hasta las tres de la mañana. Por suerte nunca me lo crucé, pero lo teníamos identificado de cuando se presentó al spa".
Cansada de ser perseguida y observada todo el tiempo, y muy atemorizada por lo que le podía pasar, la rubia decidió hacer la denuncia a la policía hace unos meses atrás.
A fines del 2010 viajó a Punta del Este por cuestiones laborales y fue allí donde pudo vivir tranquila durante algunos días. Paz que se le terminó cuando llegó nuevamente a su edificio en la ciudad de Buenos Aires y se encontró con un gran despliegue policial que ella misma se encargó de relatar.
"Yo no estaba en casa, pero él tocó el timbre y la empleada se dio cuenta que era este muchacho por las descripciones que teníamos. Es una persona que no está bien de la cabeza y puede hacer cualquier cosa. Cuando yo llegué me encontré con un gran despliegue policial", describió la vedette.
La policía se llevó al hombre detenido pero, para desgracia de la bella Cirio, a las pocas horas fue liberado por falta de antecedentes.
La situación le provocó aún más miedo a Jéssica por temor a que el hombre tome represalias. "Tiene aproximadamente unos 40 años y mide un metro ochenta. Es un obsesionado que llegó a escribir al mail del spa diciendo cómo estaba vestida y por dónde iba caminando. Además sabe donde viven mis papás en la zona de Lanús", señaló atemorizada.
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