Locos por los lapachos

Se los ve en alguna plazoleta o entre el alineado de una mayoría de árboles de follaje verde de una vereda. Salpican de un rosa profundo a varias calles de la Ciudad e imprimen un atractivo especial al paisaje urbano. Son los lapachos rosados, un ejemplar que en La Plata se destaca en escasas cazuelas de la vía pública y que por estos días se exhibe con todo el color que le otorga la luz y la calidez de la primavera. Estos árboles, que son originarios de América -desdel sur de México hasta el norte de nuestro país-, tienen propiedades forestales y ornamentales de máxima calidad, y sus hojas son cada vez más requeridas por los amantes del verde y los expertos en forestación. Y mientras cada vez son más los que buscan sus hojas por los viveros locales, en los últimos días surgió una ONG platense que ha ido más allá de la preferencia y el entusiasta cultivo de este género: los miembros de la Asociación Civil Naturaleza y Cultura, a tono con el Año Internacional de los Bosques declarado por el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas, emprendió en octubre pasado un viaje por Salta y Santiago del Estero en busca de semillas de lapacho. El resultado fue inédito: trajeron 200 mil semillas para plantar en nuestra región

"El lapacho es una planta de cultivo muy sencillo pero no se consigue en La Plata -dice Carlos Genco, especialista en proyectos de educación forestal en escuelas y uno de los responsables de la iniciativa-. Cada vez más gente quiere tener esta especie en sus casas y, al mismo tiempo, notamos que no existe una política de planificación forestal seria en la Ciudad. Por eso decidimos traer 200 mil semillas y regalarlas, donarlas a instituciones y a escuelas para que incluso sean los chicos quienes se encarguen de realizar el cultivo".

El "operativo lapacho", por llamarlo de alguna manera, se vidió en dos comisiones técnicas. Una emprendió viaje por Salta (Tartagal y la ciudad capital) y la otra por Santiago del Estero (en La Banda), con el propósito de cosechar semillas de Lapacho Rosado (Tabebuia avellanedae) y Lapacho Amarillo (Tabebuia lapacho), y gestionar a la vez acuerdos de cooperación en temas ambientales de mutuo interés con instituciones oficiales de esas provincias.

Una importante parte de la cosecha, según explicaron los propios hacedores de la iniciativa, quedó comprometida con los municipios de Castelli y San Miguel del Monte, como base de aplicación del Programa educativo forestal de la ONG "Crecer Juntos", que permitirá que en sus escuelas los alumnos las siembren y cultiven, para en el futuro plantarlas según el plan de forestación de cada distrito.

"Por este trabajo ahora tenemos unas 150 mil semillas de ambas especies -apunta Genco-. Nuestra idea es compartirlas con algunas instituciones locales y, al mismo tiempo, promover el cultivo de esta especie arbórea, la cual entendemos que ayudaría a lograr una forestación más equilibrada en La Plata".

LOS LAPACHOS PLATENSES

Como un ritual, la imponente copa rosada de 10 entre 40 y 41 repite su magnífico espectáculo todos los años hacia fines de septiembre. Por entonces aparecen los primeros brotes y con el correr de los días el gran ramo floral que llega a los 15 metros va adquiriendo color. Ahora, aunque todavía no en su plenitud, ya se muestra esplendoroso. Los vecinos, que no por la costumbre dejan de admirarlo, siguen atentos el llamativo proceso de florecimiento. "Siempre es así -dijo la empleada de un comercio que lo observa a diario a través de la amplia vidriera del local donde trabaja-. Ni bien arranca noviembre ya tienen toda la copa cubierta de flores".

En cambio, al lapacho de diagonal 80 y 4, se anticipa todos los años y, a partir de octubre, ya comienza a mostrar su copa repleta de flores. "Esta es la época de florecimiento", indican los expertos, quienes apuntan a su vez que este espectáculo de color puede durar hasta los últimos días de este mes, porque "en verano los lapachos ya sólo tienen hojas".

Que el lapacho floresca en octubre es algo propio de nuestra ciudad, debido a la luz y temperatura de la región. En otras regiones, como Santiago del Estero, por ejemplo, la floración es más temprana.

Así las cosas, varias plazoletas de las diagonales 74, 77, 78 y 80, alguna vereda de barrios céntricos y muy escasamente en parques o espacios verdes muestran estos lapachos rosados. También, aunque todavía con poco desarrollo porque la forestación es reciente, calle 12. En general, fueron plantados por decisión de distintas gestiones comunales. "En La Plata son ejemplares no muy frecuentes que no se ubican en forma lineal -apuntó en más de una oportunidad el ingeniero agrónomo y especialista en patrimonio arbóreo, Marcelo Viguier-, sino que contribuyen a sumar un elemento entre otros árboles que componen los espacios públicos".

También desde 2003 se ha comenzado a plantar lapachos en el sector cerrado del Parque Saavedra, que ya cuenta con siete Lapachos Rosados y uno Amarillo de gran desarrollo. Hay otro en la plazoleta Nicodemo Scenna, de diagonal 73 y 118, y otro en la plaza de 120 y 72. En el recreo del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires también se han plantado varios, tanto rosados como amarillos.

Ya más alejados del casco urbano, muchos vecinos fueron incorporando con el tiempo estos ejemplares en sus cazuelas, y es muy común actualmente que los espacios verdes de varias casas de Gonnet, Villa Elisa o City Bell ya tengan sus propios lapachos jóvenes en ansiosa espera de sus primeras floraciones.

"Los ejemplares platenses, respecto de los que vegetan en sus regiones de origen, tienen por lo general un menor desarrollo -destacan desde la Asociación Civil Naturaleza y Cultura-, pero estas características no afectan su belleza que se preserva sin menguas. De seguir la actual tendencia debe pensarse que los lapachos son una de las mejores opciones para la renovación de nuestro arbolado urbano, que tarde o temprano deberá resolverse. Sus raíces son profundas y no desarrollan abultamientos basales, por lo que no producen efectos negativos en las veredas. Sin dudas es un árbol extraordinario, de la mejor calidad que por fin está encontrando el reconocimiento que merece".

Hasta ahora, este grupo de platenses -formado por Carlos Genco pero también por Juan Carlos Zochi, Juan José Parente, Daniel Dubor, Teodoro Domingo Luengo, Javier Acosta, Lautaro Parente y Verónica Negro- no sólo está embarcado en la tarea de sembrar de lapachos varios puntos de nuestra región, sino también en explicar y fundamentar cada una de esas siembras. Desde el 2007, la ONG loca ha reportado más de 5 mil plantaciones, y en este Año Internacional de los Bosques llegó ha reportar 3 mil árboles plantados en Tartagal, La Banda, Iriarte, La Plata y otras ciudades bonaerenses.