Opinan los lectores

Japón y Argentina

Jorge M. Romero indica: “Un empresario japonés comentaba que en el Japón se va a los templos a donar, no a pedir. Así sucede en la vida laboral; los sindicatos ofrecen a los empresarios métodos para aumentar la producción, así conseguirán aumentos reales de ganancias, no meros reajustes para perseguir a la inflación. En cambio los occidentales van a los templos siempre a pedir, obvio los que fueron complacidos, agradecen. También los sindicatos siempre piden, nunca ofrecen alternativas. La diferencia de idiosincrasia hace ver como la Argentina, rica por naturaleza, descendió en el ranking internacional del séptimo y tenemos el record de conflictos, protestas hasta violencias, mientras al Japón, país pobre si lo hay por naturaleza, es potencia mundial; ¿para qué comentar más ante las evidencias? Todo derecho está legitimado en una obligación. Se invoca casi totalmente a la primera y casi nada a la segunda...”.

Guía de transporte platense

Félix Alvira expresa: “Esta carta tiene por objeto colaborar al bienestar de todos. Y para eso, como vecino platense, me supuse por un rato ser concejal. Son nuestros voceros más inmediatos para satisfacer los reclamos de la proximidad. Pero, no voy a ser concejal. Por eso, le pido a quien lo es, haga publicar una guía de los servicios de transportes de la ciudad. ¿Saben la razón? No son conocidos. Debemos averiguar y esta tarea no es menor. Vean mi suerte. Precisaba, hallándome en calle 3 y Diag. 80, ir a Plaza Moreno. Preguntar fue una lotería. Hallé varios personajes. El que no sabe, el que no tiene ganas, el voluntarioso pero no sabe. Está también el que no quiere mostrar su ignorancia y nos indica cualquier cosa y también el gracioso que nos da una referencia errada. Y otros personajes como el sordo, o el tonto, etc. Por eso, solicito a un edil que se ocupe de esta publicación, bien clarita. Y de distribución gratuita. Y miles de platenses, quedaremos muy agradecidos”.

Avenida 155

Jesús Ocampo puntualiza: “Quisiera que unos representantes y funcionarios del municipio y de la Provincia caminen por la Avda. 155 entre la 44 y la 56, minutos antes de las 8 y de las 13, minutos después de las 12 y de las 17. La verían colmada por alumnos con sus familiares, mascotas, cochecitos y bicicletas y tomarían conciencia del grave peligro que corren sus vidas debido al intenso y veloz tránsito por ella. Sentirían quizá, como el ilustre González fundador de la UNLP, que las escuelas y las universidades sienten latir perpetuamente en sus recintos el alma de la Patria e imbuidos en ese espíritu, tomarían de inmediato la decisión de reemplazar las zanjas y los pastizales laterales a la 155 por una hermosa y amplia vereda para que el alumnado transite seguro. Las familias cuyos hijos asisten a la escuela en 155 y 44, al jardín en 155 y 45, a la futura escuela técnica que se creará en el abandonado edificio del ex Instituto Sor María Pelletier para mujeres menores delincuentes en 155 e/45 y 46, y al institutoagrotécnico en 155 e/46 y 47, comprobarían que la democracia es realmente el gobierno del pueblo para el pueblo”.

La mafia de los medicamentos

Maia Zuretti refiere: “La maldad, la conducta perversa es en realidad una sumisión, una dependencia de eso que se anhela. En el caso de la mafia de los medicamentos esa dependencia es con el dinero y el poder que ese dinero otorga. En este contexto es probable que se pierda la conciencia de lo que se está haciendo, matando a un semejante. Como es probable también que se sepa y no importe. No obstante detrás de todo esto está la omnipotencia de creer que nunca les va a pasar esto de enfermarse y morir, que le pasa al resto de la gente. Se convierten así en los Gilgamesh de la historia, un Gilgamesh capaz de sonreír a las cámaras de tevé con las esposas puestas. Es parte de nuestra naturaleza como humanos la fantasía de inmortalidad, tal vez si tuviéramos conciencia de finitud sabríamos que ésa maldad que ejercemos sobre el otro se nos puede venir encima así como el boomerang que regresa para avisarnos de alguna manera que eso que hacemos en realidad es nuestro. Una reflexión: ‘El pensar y por qué no a mí? fue lo que me salvó la vida’”.

Caja de Policía

Rafael Catenaccio indica: “Primero me descontaron 40 pesos para Impuesto a las Ganancias, me presenté a la Caja de Policía para realizar el reclamo dado que no corresponde porque tengo hijos para descargar, uno de 9 y otra de 18, me dijeron que no me descontarían más pero que la Afip no devuelve dicho importe; al mes siguiente me vuelven a descontar, vuelvo al mencionado lugar y me encuentro con la sorpresa que la contadora me informa que ahora el error fue peor y que me descontarían 700 pesos por error de la caja, no sé si me devolverán este importe. Pero tuve una buena noticia, me ascendieron a comisario después de 9 años que llevo retirado como subcomisario, esto debido al desfasaje que hubo en las jerarquías cuando se unen las de subcomisario con las de comisario y forman las de capitán.”

Cuestiones económicas

Jorge Genovesi señala: “Es llamativo que en cuestiones relevantes del pasado reciente que inciden en el desarrollo de la realidad actual, nuestra dirigencia las mantiene en la penumbra: si el dólar no se dispara, no aclaran cómo lo consiguió el ex ministro Lavagna desde el 2002. Cuando tratan el tema de la reactivación económica parecería que en nada hubiera influido la devaluación del 2002, la mayor de la historia, que algunos de ellos impulsaron para ese fin, como tantas veces antes de la convertibilidad. Ni tampoco la inversión en ‘ladrillos’ y automotores decididas por los que lograron retirar sus ahorros del corralito, que reactivó la parálisis en esos sectores. Ni siquiera parece que el ‘viento de cola’ externo impulsado por China, India, etc. determinante del crecimiento de toda Latinoamérica, a la par que el nuestro. Por otro lado denostan el Pacto de Olivos pero defienden la Constitución del 94, fruto de dicho acuerdo.”

Usinas nucleares

Pedro Bollo dice: “Mucho se dice sobre la catástrofe radiactiva que sufre el Japón. Hay que ser cuidadoso para no defenestrar por ignorancia la generación eléctrica con usinas atómicas. Porque, como cualquier acción humana, tiene sus ventajas y riesgos. Estos últimos pueden evitarse si se conocen, se ponderan y no se juega a la ruleta. Uno de esos riesgos no ponderados fue construir centrales en áreas sísmicas muy peligrosas. Nunca se debería hacer, es como cruzar la Av. 9 de Julio con los ojos vendados, suponiendo que todos los autos se van a detener o esquivarnos: una soberana irresponsabilidad. Otro de los riesgos fue que estas centrales de uranio muy enriquecido más modernas tienen un costo por Mwatt menor que las Candú o la de Atucha. Pero la de Atucha posee en su diseño una esfera protectora capaz de contener una eventual explosión de las calderas y evitar, absolutamente, que la radiación escape a la atmósfera. Se perdería la usina, pero no las vidas ni la ecología”.

Fukushima

Atilio Milanta refiere: “¿Se acaba el mundo? Pues, esos demás (sismo, tsunami, radiación, gamma, etc.) parecen confirmarlo. Pero, el ocasional amigo de la calle me pregunta “cuándo” y yo le refiero que esa preocupación ya estuvo en la inteligencia de algunos grandesque en el mundo han sido, como Aristóteles, Aristarco de Samos, Copérnico, Galileo y Kepler, a su turno, quienes expusieron no poco al respecto. Aunque debió recurrirse, como siempre, a la Biblia donde se encuentra la verdad. Ya Galileo afirmaba que “la Biblia no se equivoca, aunque si pueden equivocarse sus intérpretes”. Y cuidándome de esta prevención, luego de recordar a Newton reparo en la profecía de Daniel (9, 20-27) titulada “Las setenta semanas” (o sea, semanas de años), las que cumplidas ellas, acabáranse prevaricaciones, pecados e iniquidades. Y sobre esta base, Newton en 1704 calculó que, concluidos 1.260 años entre la refundación del imperio romano por Carlomagno (en el año 800) y el fin del mundo éste se dará en 2060”.