Cuando usó la cabeza, River sacó más ventaja en la punta

Los empates de Lanús, como local de Godoy Cruz, y de Independiente, en la misma condición frente a Defensa y Justicia, le bajaron la presión a River en el partido de anoche contra Newell’s, en Rosario. Con 22 puntos, pasara lo que pasara en el Parque Independencia, el conjunto de Marcelo Gallardo se mantendría al tope de la clasificación.

En el caso de Newell’s, el cruce con los Millonarios representaba una gran oportunidad para acortar la distancia, aunque en el estadio se respiró con mucha fuerza el clima del clásico que se viene con Central. Es un partido que representa un verdadero campeonato aparte, y seguro que por eso Gustavo Raggio, el entrenador, dejó en el banco a jugadores que arriesgando pudieron estar desde el primer minuto.

Con este marco se encontraron anoche River-Newell’s por la undécima fecha del torneo de Primera, y en realidad el nivel que alcanzó el juego no estuvo a la altura de los antecedentes.

Las bajas de Teo Gutiérrez y Vangioni, más el desgaste de los partidos acumulados con la formación base, le quitaron a River la frescura con que sorprendió a todos en las primeras fechas, aunque de todos modos, y con el juvenil Lucas Boyé muy activo, llegó a presionar esta vez a los rosarinos contra su arco. No le generó situaciones de alto riesgo, es cierto, aunque manejó el trámite.

Tardó en aparecer Newell’s, pero apareció, y tras equilibrar pasó a imponer condiciones sobre el terreno, tanto que llegó a sumar méritos suficientes como para ponerse en ventaja. No pudo porque Pitana dejó pasar un empujón de Mercado a Maxi Rodríguez dentro del área y porque Barovero le puso el pecho a un pelotazo de Fabián Muñoz, quien entró al área con todo a favor luego de recibir una buena entrega de Leandro Figueroa.

DE CABEZA

A River le faltó profundidad, apenas inquietó con un par de cabezazos de Mora. Uno a las manos de Ustari, el otro más sorpresivo pero que se fue por arriba del travesaño.

Hinchas de Newell’s que se treparon al alambrado hicieron interrumpir el juego dos minutos en la segunda parte

A los 11 minutos del segundo tiempo, el partido alcanzó su grado más alto de emoción. Un cabezazo de Mercado no entró por culpa de Ustari, y en el córner que de inmediato viajó desde la izquierda un pelotazo que Boyé desvió en el camino con la cabeza explotó en el palo de la mano izquierda del arquero. Increíble como zafó Newell’s.

Cuando River empezó a jugar como en las primeras fechas, Gustavo Raggio trató de parar el temporal mandando a la cancha a Scocco y a Tévez, con el propósito de ganar potencia en el ataque. Pero los Millonarios sacaban ventajas en cada tiro libre, y en un córner servido por Pisculichi desde la izquierda, Ramiro Funes Mori anticipó a su marcador y de cabeza clavó el 1 a 0 que a esta altura de la noche tenía argumentos.

Curioso, porque mientras Gallardo pidió a gritos toda la noche que su equipo moviera la pelota por abajo, el camino a la victoria llegó por arriba, con pelota parada. Y después de ponerse en ventaja, la aguantó mostrando firmeza en el fondo y velocidad para salir de contra.

Newell’s no llegó a controlar el juego, y con el peligro que nació en cada salida del conjunto de Nuñez, apenas si amenazó con empatar a través de una corrida de Maxi Rodríguez que resolvió Barovero.