Parque Saavedra: un lago y vida silvestre en plena Ciudad

Inaugurado poco tiempo después de la fundación de la Ciudad, este parque conserva parte de una historia rica que combina crecimiento urbano con respeto por lo verde

Cuando se inauguró, apenas unos pocos años después del acto fundacional de La Plata, lo que es hoy parque Saavedra se llamó Paseo del Lago. Es que por entonces, en su centro, había un espejo de agua alimentado por un arroyo, el Medrano, que al poco tiempo se entubó bajo tierra. Muy distinto al actual era el paisaje de aquellos años en las manzanas comprendidas por las calles 12,14, 64 y 68 y lo que tuvo como primer uso una estación de bombeo de agua para abastecer del suministro al 40 por ciento de la población (unas 1.500 viviendas) con el tiempo se transformó en un espléndido pulmón verde, rico en variedad de especies botánicas, en esculturas y fuentes, y en reliquias del patrimonio cultural de la Ciudad.

El 8 de marzo de 1885 es la fecha exacta de inauguración del parque. Ese día, el ingeniero Carlos Dawney equipó, con la planta de bombeo que él mismo había construido, la esquina de 14 y 68 para extender el servicio sanitario.

Además del lago que caracterizaba el predio (más antiguo que el del Paseo del Bosque, habilitado en 1904) había, en su entrada, un torreón colonial y un molino holandés. Esos dos elementos del equipamiento decorativo original se perdieron en las primeras décadas del siglo pasado. Otro exponente de la arquitectura de los tiempos fundacionales lo constituyó el chalet de los Gobernadores o la casona “D’Amico”, una cabaña de madera que había sido adquirida por el gobernador Carlos D´Amico (1884-1887) y que desapareció por un incendio ocurrido en noviembre de 1994. También quedó atrás el primer nombre del parque, pues en 1901 se decidió honrar a quien fuera el presidente de la primera junta de gobierno nacional y comenzó a llamarse Cornelio Saavedra.

Dentro del predio y rodeado por una verja levantada en 1938, se ubica el Jardín Botánico Municipal, de enorme valor en cuanto a número de especies y a bienes patrimoniales. En su primera época, el sector cerrado llevaba el nombre de José Francisco Uriburu, pero en 1949 se unificó toda la extensión y desde entonces se la llama, al conjunto, Parque Saavedra.

De enorme importancia en la historia del desarrollo de la Ciudad, el Parque Saavedra fue escenario de un momento clave en los inicios de la capital provincial soñada por Dardo Rocha. Una casilla de madera que a pesar de los embates del vandalismo de década tras década aún se conserva, fue en la que se dibujaron, durante 1882, y bajo la dirección del ingeniero Pedro Benoit, los planos de la nueva ciudad. La antigua construcción fue restaurada recientemente, luego de sufrir reiterados daños.

También se mantienen como preciadas piezas del arte que se desarrolló en los primeros años de la Ciudad varias esculturas, muchas de las cuales de mármol de Carrara. En el centro del predio, ubicado en la calle interior que lo cruza, se encuentra el monumento al prócer que homenajea el paseo, obra del escultor italiano Pietro Costa; y además se destacan “Niño con delfín”, una de las más emblemáticas esculturas platenses, realizada hace exactamente un siglo atrás por F. Lovatelli; y “Los Querubines”, ubicada en el sector cerrado del parque.

Otro detalle significativo es el “Rincón del Novelista”, un espacio de homenaje a Benito Lynch, creado el 25 de abril de 1958. Allí se puede apreciar el portón de hierro de la antigua casa del célebre escritor (demolida en diagonal 77 N°734).

A lo largo de su historia, el parque recibió un fuerte apoyo de los vecinos. Fueron ellos quienes a poco de haberse constituido el predio, hacia 1898, comenzaron a ornamentarlo y los sauces y aromos, por caso, que aún hoy se conservan, fueron plantados por los antiguos frentistas del espacio verde. También a aquellos primeros habitantes del barrio se les debe el arreglo y mantenimiento de los senderos. Tan importante ha sido la presencia vecinal para la preservación del predio que existe desde hace tiempo una asociación, la de Amigos del Parque Saavedra, que se mantiene en permanente alerta frente a cualquier ataque vandálico que atente ya sea contra la colección arbórea como la de bienes patrimoniales o mobiliario urbano.

En la actualidad, el parque posee un lago (artificial, que recrea de alguna manera aquel original) con botos a pedal; una pintoresca Avenida de las Palmeras; puentes de troncos; una pérgola; un sendero de un poco más de cien metros de largo en cuyo recorrido atraviesa más de 40 especies de árboles, identificados por su nombre vulgar y científico y su lugar de origen; y en un perímetro de 1,6 kilómetros se distribuyen una bicisenda, un área de juegos infantiles, una calesita, un sector de comidas al paso, y la última atracción: una biblioteca popular infantil, “Del otro lado del árbol”, que reúne a una gran cantidad de familias los fines de semana. Sábados, domingos y feriados, es característica la feria artesanal.

Es, además, lugar de recreación de chicos y grandes en las tardes soleadas, el espacio elegido por cientos de vecinos para la práctica de actividad física, y con su tradicional feria de frutas y verduras, los martes y viernes a la mañana el parque se recarga del fresco aroma de las hortalizas.

Ubicación: 12 y 68
Superficie: Tiene un perímetro de 1,6 kilómetros
Origen: Fue habilitado en 1904

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