Síntomas a los hay que prestar mucha atención

Los profesionales aseguran que las pérdidas auditivas deben tratarse desde sus primeros indicios. La vida social es una de las primeras que refleja las dificultades de comunicación y los problemas de audición. Por eso es frecuente que muchas personas con esos problemas eviten las reuniones como las fiestas, y otras situaciones donde se corre el riesgo de malinterpretar o no oír lo que la gente dice. En ese caso, los profesionales recomiendan realizar un tratamiento apropiado lo antes posible.

Los síntomas comunes que hay que tener en cuenta son: si se deja de escuchar sonidos simples como el canto de los pájaros, el timbre o el teléfono; si le cuesta participar de reuniones sociales, especialmente en grupo; si prefiere no ir a reuniones con mucho ruido ambiente; si entiende las oraciones a medias y se le escapan palabras; si pide que le repitan; si sube mucho el volumen o si expresa aislamiento social y malhumor.

En relación a cuándo es excesivo el ruido, el Colegio de Fonoaudiólogos informó que, por ejemplo, estar expuesto 110 decibeles con regularidad más de 1 minuto puede ocasionar la pérdida permanente del oído; no se recomienda estar expuesto a 100 decibeles sin protección por más de 15 minutos y someterse a 90 decibeles por períodos prolongados puede causar la pérdida gradual del oído.

Como referencia se indicó que en un concierto de rock hay 145 decibeles; 120 db sale de un auto sin silenciador; un taller de carpintería, 100 db; el ruido del tráfico ocasiona 80 decibeles; una conversación normal, 60 db y el zumbido de una heladera, 40 db.

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