El garete
| 29 de Mayo de 2014 | 00:00

La palabra garete, proviene de la expresión “être égaré” en francés y significa estar a la deriva, andar sin rumbo o perdidos, extraviados. Nuestra embarcación al estar flotando libremente en la superficie del agua y sin estar autopropulsada por sí misma, será sometida a dos desplazamientos según las condiciones reinantes del medio.
Deriva: Es el desplazamiento que ejerce la superficie del agua sobre el buque, provocado por el movimiento de traslación de la masa hídrica. Es decir agua y buque se mueven como un todo con dirección y velocidad igual a la de la corriente. Pero este desplazamiento se puede ver perturbado por acción del viento en contra fase de la corriente.
Abatimiento: Es el provocado por la fuerza del viento que actúa sobre el plano bélico del barco, promoviendo su desplazamiento según la dirección de las corrientes de aire. Pero en este caso la embarcación no se desplazará a la misma velocidad que el aire ya que al estar flotando sobre un fluido viscoso, tenderá a oponerse a este avance. Este último hecho se verá acrecentado si por sotavento se ejerce una fuerte acción de deriva. Teniendo en claro estos conceptos, podemos afirmar entonces que nuestro navío, al carecer o cesar su auto propulsión, será desplazado según las corrientes de agua y los vientos que sobre él actúen y con la dirección y velocidad de estos le impriman.
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