Precios para todos los gustos en la Costa Atlántica
Edición Impresa | 4 de Enero de 2015 | 00:00
EL DIA en Mar del Plata
Por Agustina Mussio
Fotos Dolores Ripoll
Una pareja y sus dos hijos suben al colectivo coche cama, dispuestos a veranear en Mar del Plata. Se hospedarán en una suit de un hotel tres estrellas ubicado en la zona céntrica. Durante la estadía, se proponen almorzar sándwiches o comida rápida en los paradores de la playa y cenar en restoranes. Al final de la quincena habrán desembolsado unos 44.000 pesos para solventar estos gastos.
En los pasajes de micro dejarán $3.096, contemplando el regreso ($387 cada uno), y $27.000 en el hotel céntrico ($1.800 por noche). Para ajustarse a ese presupuesto, los mediodías almorzarán algún sándwich con gaseosa ($85) en un parador de Playa Grande, y por las noches pagarán unos $150 por persona para cenar en un restorán del centro (sobre la calle Güemes se pueden encontrar promociones por $100 o comer en una parrilla tradicional por $200).
A estos gastos se le puede sumar el alquiler de una carpa en Playa Grande por $600 pesos el día (con sillas, reposeras y mesas). Incluye el acceso a la pileta, a los juegos para nenes, a las mini canchas de vóley, de básquet y de fútbol tenis que ofrece el parador. También incluye los servicios de una maestra jardinera que entretiene a los más chicos.
Alquilar una carpa durante todo enero puede costar más caro, o lo mismo, que un departamento de dos ambientes equipado para cuatro: $13.400 el parador, y se puede conseguir por unos $12.000 el alojamiento.
HOTELES Y DEPARTAMENTOS
Los indecisos que todavía no definieron el rumbo que tomarán sus vacaciones, están a tiempo de conseguir departamentos, pero la tarea les resultará más difícil si prefieren hospedarse en un hotel. A esta altura, muchos ya tienen reservadas las habitaciones para todo el mes.
Una suit en un cuatro estrellas para una familia tipo cuesta alrededor de $2.800 por noche. Los menos pretenciosos dispuestos a dormir en un dos estrellas, podrán pagar 500 pesos por una doble.
Además de los gastos “estructurales” que suelen ser más abultados y trazan el contorno de las vacaciones, las pequeñas compras diarias, en el recuento final, terminan sumando.
María José cuenta que por día gasta unos $400 sin incluir las comidas, que prefiere dejarlas para el departamento. El dinero se le va en el café del desayuno ($22), en las fichas para los jueguitos que le compra a su hijo Facundo (“fácil se gastan unos $200”) y en alguna merienda (ensalada de fruta $40 y choclo $25).
Un licuado en la playa cuesta alrededor de $40 y un helado palito, $20. En la calle Güemes, un cucurucho vale $35. Para los que disfrutan de la picada cuando cae el sol: una cerveza de litro con rabas para dos en un parador, $150.
COCHERAS Y ESTACIONAMIENTO
También los autos se comen unos billetes que muchos no contemplaban. Una cochera cuesta $120 por día, y el estacionamiento medido se extiende hasta la noche. Los platenses Emiliano Ponce y Florencia Moreno se quejan de que cobran $4 la hora y corre hasta las once.
Para sortear algunos gastos y abaratar costos, muchos se encargan de ir bien provisto a la playa. Llegar con la conservadora, la sombrilla, la silla y el iglú para protegerse del sol y frenar el viento es un clásico.
Las heladeritas al reparo de las sombrillas guardan gaseosas, agua, o bebidas alcohólicas como cerveza y vermouth. También sándwiches que vienen de los departamentos, frutas lavadas o tortas para la tarde. Los mates con bizcochitos son un clásico que demandan una mínima inversión y aguantan varias horas. Una opción económica que muchos eligen para calmar la gula que suele aparecer en las tardes de mar.
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