El teléfono fijo, ¿un aparato que tiende a desaparecer de las casas de familia?
| 7 de Diciembre de 2015 | 02:41

María Cristina Cejas (41) vive con su marido y su hijo. Después de ocho años de contar con un teléfono fijo decidieron dar de baja el servicio: “Empezamos notar irregularidades en la factura. Casi no lo usábamos y nos venía un monto de pago súper elevado. Todos los meses teníamos que llamar y quejarnos. En un momento nos cansamos y decidimos sacarlo”, dice.
Cristina cuenta que los tres integrantes de su familia tienen celular y entre ellos pueden hablar de forma gratuita a través de los ‘números amigos’: “El problema que tenemos ahora es la baja señal y el mal funcionamiento de las líneas”, lamenta, y sigue: “De todos modos no extraño el teléfono fijo: uso mucho WhatsApp para mandar mensajes de texto y también para llamar (tengo una técnica que es hablar como por radio) o recurro a los mensajes de audio”. Cristina dice que entre los tres celulares paga alrededor de 600 pesos y que de conservar la línea fija, se le sumaría una factura más.
Cada vez son más los que deciden prescindir del teléfono fijo por considerarlo “un gasto innecesario”
El caso de la familia de Cristina no es una excepción: cada vez son más los que deciden prescindir del teléfono fijo por considerarlo “un gasto innecesario”, ya que cada integrante de la familia cuenta con un celular personal. Hay otros tantos que mantienen la línea pero confiesan “prácticamente no usarla” e incluso se niegan a atender las llamadas porque intuyen que se tratará de alguna publicidad.
Según los últimos registros de la Comisión Nacional de Comunicaciones que informa el Indec, las llamadas locales hechas desde líneas fijas descendieron un 44,5% entre 2011 y 2014. Como contra cara, las llamadas desde telefonía móvil y el tráfico de SMS crecieron un 51% desde 2011.
Si bien la empresa Telecom asegura que las ventas del grupo en 2015 se incrementaron un 21% con respecto al año anterior, éste ascenso fue motivado, principalmente, por Internet Móvil, Banda Ancha Fija y Datos en Argentina.
De hecho, frente a las 19,4 millones de líneas móviles que tiene esta compañía en Argentina, registran solo 4,1 millones de líneas fijas.
En cuanto a Telefónica, que son los únicos prestadores de telefonía fija en la región, se niegan a difundir la cantidad de líneas que se dieron de alta y de baja en los últimos años, pero desmienten un progresivo descenso y afirma que sucede lo contrario.
“En la compañía sostenemos que la telefonía fija y móvil se complementan. El uso de la voz en los hogares actuales es a través de una línea fija sumado al uso que hacen los individuos de la telefonía móvil”, señala Verónica Valussi, vocera de la empresa.
Lo que también sucede es que debido al mal funcionamiento de las líneas de celulares, muchos deciden conservar el teléfono fijo para cuando desean mantener charlas extensas y pretenden una buena comunicación. De hecho, muchas conversaciones iniciadas en celulares terminan trasladándose al fijo por este motivo.
De todos modos, acaso preocupados por la situación, en los últimos años las empresas de telefonía salieron a la caza de nuevos clientes y se multiplicaron las ofertas de promociones para motivar la instalación de líneas fijas.
Bernardo López (27) vive con dos amigos y dice que aunque tienen teléfono fijo hace nueve años, prácticamente no lo usan. “Cuando suena ninguno lo quiere atender y la mayoría de las veces no contestamos porque imaginamos que son publicidades de seguros, anuncios de promociones de bancos o encuestas”, cuenta, y explica que sus conocidos lo llaman al celular y que perdió la costumbre de pasar el número del teléfono fijo, por eso tampoco espera llamadas personales en esa línea. Dice que a sus amigos les pasa lo mismo, pero que lo conservan “por las dudas”, para cuando tienen que llamar a 0810 o para cuando tienen que realizar varias llamadas a teléfonos fijos.
De hecho, la mayoría de los adolescentes de estos tiempos no conocen la sensación de llamar a la casa de su enamorado o enamorada rogando que no atienda algún familiar. Ahora directamente se comunican a través del celular o de alguna red social.
También entre adultos pareciera que el celular va reemplazando al teléfono instalado en el hogar: suena raro pasar el número fijo, al punto que quienes lo hacen, generalmente, se sienten obligados a explicar por qué ofrecen ese número y no el del móvil.
Fernando Andrin (38) cuenta que mientras vivió con sus padres siempre contó con un teléfono fijo además del personal, pero cuando se mudó solo no se le cruzó por la cabeza la posibilidad de instalarse uno en su nueva casa: “Me manejo con el celular y el teléfono de la oficina. No necesito uno más”.
Tampoco Yanina Ovando (30) puso línea fija cuando se fue a vivir con su novio. “Los dos tenemos celular y nos parece un gasto innecesario. Tenemos Internet por el cable”, cuenta.
LA EXTINCION DE LOS TELEFONOS PUBLICOS
También el uso de los teléfonos públicos marca un descenso. Los pocos que todavía subsisten en las calles son blanco de ataque vandálico y, en su mayoría, no funcionan.
De igual modo, los tradicionales locutorios fueron reemplazados por kioscos “polirrubros” que cuentan con cabinas telefónicas y algunas computadoras. Y también éstos fueron disminuyendo.
Daniel Caram es dueño de un kiosco ubicado sobre calle 5, que funciona hace 20 años. Cuenta que el año pasado decidió retirar una de las dos cabinas telefónicas que tenía en su local: “Prácticamente no se usaban y estaba pagando dos líneas. Con la que me quedó alcanza perfecto. La demanda promedio es de una persona por día”, dice.
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