La querella pidió perpetua por el crimen de Angeles Rawson

El abogado querellante Pablo Lanusse pidió ayer que el portero Jorge Mangeri sea condenado a prisión perpetua por el crimen de Angeles Rawson, declarándoselo culpable de “abuso sexual con acceso carnal agravado en grado de tentativa, homicidio agravado ‘criminis causa’ para ocultar el delito previo y lograr impunidad, y femicidio”.

Lanusse pidió la pena en su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal 9 y sostuvo que la chica de 16 años “murió en manos de Jorge Mangeri en un claro contexto de violencia de género”.

“Quedó demostrado desde el inicio de la faena criminal que Mangeri estuvo guiado por una decisión de violencia de género, que fue el denominador común que llevó en perjuicio de Angeles Rawson. Dejó de ser una mujer y pasó a ser un objeto, un juguete, para satisfacer sus deseos sexuales”, sostuvo Lanusse, quien representa a la familia de la adolescente.

El juicio continuará el próximo miércoles, a las 9, con los alegatos de los fiscales Fernando Fiszer y Sandro Abraldes.

Lanusse reconstruyó ayer que la mañana del 10 de junio de 2013 Angeles volvía de una clase de gimnasia a su departamento del edificio de Ravignani 2360, en el barrio de Palermo, y el encargado Mangeri la interceptó en el hall de entrada y la llevó a su departamento.

“Mangeri se valió de la diferencia de contextura física y en ese contexto de plena vulnerabilidad y violencia de género intentó abusar de la joven, quien se defendió del ataque”, sostuvo Lanusse.

“Angeles resistió el ataque, no se entregó al ataque sexista y machista de Mangeri”, que quería “satisfacer sus más bajos instintos” y, por la oposición de ella, “decidió matarla”, dijo.

Lanusse calificó de “heroica” la defensa que ejerció Angeles, a punto tal que rasguñó al portero, prueba fundamental para elaborar la acusación que desgranó ante los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas.

El abogado agregó que al no poder violar a Angeles, Mangeri “la tuvo cinco minutos estrangulándola” tapándole la nariz y la boca hasta matarla. Luego le ató los tobillos, las manos y el cuello con una soga, la puso en una bolsa de residuos y la tiró a un contenedor de basura. El cadáver apareció al día siguiente en la CEAMSE de José León Suárez.

Para Lanusse, la prueba contra el encargado es “clara y contundente” y reiteró que en las uñas de Angeles y en las sogas con las que fue atada se halló ADN del encargado.

“Hay ADN, porque Angeles se resistió con valentía cuando Mangeri quiso accederla carnalmente”, resaltó el letrado.

LA MIRADA CLAVADA EN EL PISO

Con buzo azul y remera marrón, Mangeri siguió durante la mayor parte del alegato mirando al piso, sin que su rostro demostrara ninguna alteración, y a metros de Franklin Rawson y María Elena Arduriz, los padres de Angeles, y otros familiares y allegados de la joven.

La querella resaltó que Mangeri “no presentó un solo testigo ni ninguna prueba que avale su inocencia” y descartó que haya sido amenazado por la Policía o coaccionado por la Justicia cuando declaró ante la fiscal Paula Asaro.

“El semblante machista, sexista, retrógrado, negador de la realidad humana que tiene Jorge Mangeri significa un claro agravio a la libertad sexual de las mujeres. Eso se vio reflejado en lo que es materia de juzgamiento”, afirmó Lanusse.

El abogado señaló que la esposa de Mangeri, Diana Saettone, “ayudó a encubrir el asesinato” y, a su marido, a “armar su coartada”, pero señaló que por el parentesco la ley la exime de ser investigada por falso testimonio. Pero la querella sí pidió que sean investigados por falso testimonio Jorge Meniguelli, amigo de Mangeri, y el perito de la defensa Adolfo Méndez, y que se inicie un sumario administrativo contra Héctor Konopka, integrante del Cuerpo Médico Forense que actuó en la autopsia.

El abogado Adrián Tenca, defensor de Mangeri, aseguró que el encargado es “absolutamente inocente” y que “después del juicio lo digo con más certeza”. Y prometió que rebatirá en su alegato las imputaciones que hizo la querella.