A Cauteruccio le resultó más fácil hacer los tres goles que llevarse la pelota de regalo

No le resultó sencillo a Martín Cauteruccio cumplir con lo que indica la tradición y llevarse el balón de regalo por haber convertido tres goles en un partido.

El atacante del Ciclón fue la figura del triunfo sobre Arsenal al convertir por triplicado y cuando fue a buscar la pelota no se la querían entregar porque el árbitro Saúl Laverni ya se había ido.

Cauteruccio le pidió varias veces al cuarto árbitro que se la entreguen pero no tuvo éxito. Por fortuna, de acuerdo a lo que contó el propio atacante azulgrana, "después me la mandaron al vestuario y me la firmaron todos mis compañeros".

Aliviado, el autor del hat-trick pudo finalmente concretar su anhelo no sin mucho esfuerzo.

Arsenal
Ciclón
Martín Cauteruccio
Saúl Laverni

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE