Hartazgo vecinal por los contenedores de la Policía en 3 y 53

Basura, calor y humedad son términos de una ecuación con una sola equivalencia posible en el entorno urbano: malestar vecinal. Durante los últimos días, el paulatino ascenso de las temperaturas se tradujo en un recrudecimiento de las quejas por la presencia en la vía pública de los contenedores del Ministerio de Seguridad bonaerense, caracterizados como “un imán para plagas y una fuente de olores nauseabundos”.

En mayo pasado, quienes viven en 53 entre 2 y 3 fueron sorprendidos por la aparición de sendos volquetes metálicos, colocados allí para que la dependencia provincial depositara sus residuos. Fue la repetición de una película que los vecinos ya habían visto en 2015, y que no les había gustado en absoluto.

“Ya pasamos por esto el año pasado, la basura termina tirada en el asfalto, las ratas van y vienen alegremente y el olor es horrible” relataron; “encima, a la madrugada viene el camión a levantar y compactar, y hace un barullo infernal. La municipalidad obligó al ministerio a entrar los contenedores, pero los vuelven a sacar una y otra vez, parece”.

UBICACIÓN POLEMICA

En su oportunidad, desde la cartera se adujo que formaba parte de una nómina de medio centenar de “grandes generadores de residuos”, a los que la Comuna les prestaba asistencia con la instalación de contenedores. Sin embargo, la modalidad “externa” de estos volquetes nunca convenció a los residentes en el barrio, repleto de edificios de departamentos que gestionan grandes volúmenes de desperdicios de otra manera.

La colocación de contenedores para intentar evitar que se arrojen bolsas con residuos domiciliarios en la vía pública y simplificar los esquemas de recolección es una de las estrategias puestas en marcha por el municipio local a lo largo de 2016, como prueba piloto en diferentes puntos de la periferia del casco histórico.